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El ala dura del PP asalta Madrid

Isabel Díaz Ayuso se medirá a Gabilondo, Errejón y Aguado por la Comunidad, mientras que José Luis Martínez-Almeida lo hará por el Ayuntamiento con Carmena, Villacís y el aspirante socialista

Los candidatos a las elecciones autonómicas en Madrid en 2019. De izquierda a derecha, Ángel Gabilondo (PSOE), Ignacio Aguado (Ciudadanos), Íñigo Errejón (Podemos) e Isabel Díaz Ayuso (PP).
Los candidatos a las elecciones autonómicas en Madrid en 2019. De izquierda a derecha, Ángel Gabilondo (PSOE), Ignacio Aguado (Ciudadanos), Íñigo Errejón (Podemos) e Isabel Díaz Ayuso (PP).

Frente al empuje de Ciudadanos y la irrupción de Vox, Pablo Casado decidió ayer que el ala dura del PP luche por el poder en Madrid: Isabel Díaz Ayuso será la candidata del partido conservador a gobernar en la Comunidad de Madrid y José Luis Martínez-Almeida lo intentará en la capital. Ante la opción de defender la gestión del gobierno regional del PP —representada por el actual presidente, Ángel Garrido—, el líder nacional apostó por proteger su espacio electoral frente a Vox con una campaña centrada en la ideología y protagonizada por el verbo acerado de dos de los políticos que se emplean con mayor contundencia en la región.

Es el preámbulo de una cruenta batalla por el poder entre la izquierda y la derecha: Ángel Gabilondo (PSOE) e Íñigo Errejón (Podemos) pelearán por sumar para desplazar al PP del gobierno regional por primera vez en casi 25 años, mientras que Manuela Carmena (Más Madrid) competirá por mantener la alcaldía frente a la posible alianza de PP, Ciudadanos y Vox.

“Carmena es soberbia y arrogante porque jamás le oiremos una autocrítica, reconocer que se ha equivocado alguna vez”. “A los madrileños les queda en este debate una buena noticia: solo quedan ocho meses para largarles, solo quedan ocho meses para ir a las urnas y decir: ‘Hasta aquí, señores de la izquierda radical, hasta aquí Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Manuela Carmena, hasta aquí hemos llegado en esta ciudad”. “Los que vinieron a estar en la calle se atrincheran en sus despachos”. “[Sobre Vox] Pactaría con una fuerza política que impidiera el gobierno de la izquierda radical”.

Son cuatro ejemplos de la dura dialéctica con la que Martínez-Almeida, de 43 años, ha hecho carrera en el PP tras llegar a la portavocía municipal por la dimisión de Esperanza Aguirre, la número uno de la lista popular en 2015.

Díaz Ayuso, canterana del partido, exviceconsejera y conocida de Casado desde los tiempos de las nuevas generaciones, no le queda atrás.

“La izquierda quiere a una mujer debilitada, quieren a una sociedad enfrentada”. “Para ser mejor mujer no tengo que ser feminista”. “¿Quién dice que Vox es extremo? ¿La Sexta y Podemos? (...) Es un partido democrático con el que se puede llegar a acuerdos”, ha dicho en las últimas semanas la portavoz popular, de 40 años.

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Los candidatos al Ayuntamiento, a falta de conocer el del PSOE: Begoña Villacís (Ciudadanos), Manuela Carmena (Más Madrid) y José Luis Martínez-Almeida (PP).
Los candidatos al Ayuntamiento, a falta de conocer el del PSOE: Begoña Villacís (Ciudadanos), Manuela Carmena (Más Madrid) y José Luis Martínez-Almeida (PP).

El triunfo de Díaz Ayuso fue la derrota de Garrido, que no logró la candidatura autonómica tras luchar por ella durante todo un semestre. El actual presidente regional, que llegó al puesto como sustituto interino de la dimitida Cristina Cifuentes, quedó fuera de la carrera por las mismas razones por las que asumió su derrota con deportividad (“Mi más sincera enhorabuena a los candidatos del PP para el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad de Madrid. ¡Tenéis todo mi apoyo!”, escribió).

Garrido, que demostró su carácter moderado y dialogante al pactar los Presupuestos de 2019 con Ciudadanos, no cumple con el perfil duro de los dos candidatos del PP, que nunca han asumido la responsabilidad de encabezar una lista electoral.

Extrema derecha

Esas aristas, que en el PP se entienden como “falta de complejos”, marcarán la campaña con la misma fuerza con la que lo hará la irrupción de Vox. Y esas dos circunstancias no quedarán aisladas cuando llegue mayo y los partidos se activen para movilizar a sus bases. Al contrario, influirán también en la estrategia de las formaciones de izquierdas, que ayer reaccionaron subrayando el perfil ideológico de los dos candidatos de la formación conservadora.

“Respetamos las decisiones de otros partidos y los procedimientos que tienen para arbitrar sus candidatos”, opinó el portavoz del PSOE en la Asamblea, Ángel Gabilondo, sobre la designación de los candidatos del PP, una decisión exclusiva de Casado que no fue refrendada por las bases populares mediante primarias. “Esperamos que sea lo mejor para la Comunidad, pero estamos centrados en que nuestra propuesta sea constructiva y transformadora para Madrid”, siguió en declaraciones a EL PAÍS. “No estamos muy seguros de que las propuestas que se hagan desde el PP sean exactamente aquellas que vayan en la dirección de cambiar esta situación en la que Madrid se encuentra: positiva en muchos aspectos, pero con muchas deficiencias. No estamos muy seguros de que sea por eso por lo que se ha optado [al elegir a Díaz Ayuso y Martínez-Almeida]”.

“A ambos vamos a salir a ganarles, pero les deseamos acierto y, sobre todo, mucha prudencia ante la tentación de competir a extremistas con la extrema derecha”, pidió Ramón Espinar, el secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid, en una referencia velada a Vox.

“Isabel Díaz Ayuso: la regeneración del PP de Madrid”, ironizó Sol Sánchez, líder madrileña de Izquierda Unida, que negocia su integración en las listas electorales de Errejón.

El papel de Ciudadanos

Tanto Díaz Ayuso como Martínez-Almeida vivirán una situación radicalmente distinta a la de todos los candidatos del PP entre 1995 y 2015. Ya no son tiempos de bonanza electoral para el partido. La época de Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre es pasado. Con ella se fueron las mayorías absolutas. Y el PP, un partido acostumbrado a jugar al ataque, se encuentra hoy a la defensiva.

Por primera vez en casi un cuarto de siglo, la formación conservadora se arriesga a perder el gobierno autonómico. La reconquista de la capital es un proyecto lleno de dificultades. Y esas dos apuestas pueden acabar entrecruzándose después del paso por las urnas, cuando Ciudadanos, el socio más probable, puede reclamar la cesión del bastón de mando municipal —para Begoña Villacís— a cambio de los votos que permitan mantener el Ejecutivo regional.

Ese es uno de los cálculos que manejan los consejeros de Casado, que intentarán también encontrar la complicidad de Vox. Una operación para la que ayer el presidente nacional eligió a los mejores embajadores: Díaz Ayuso y Martínez-Almeida.

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