Detenidos en Madrid cuatro atracadores de bancos que usaban material explosivo para reventar cajeros
Los arrestados, que ponían en riesgo la vida de quienes se encontraban cerca, conseguían grandes cantidades de dinero, en algunos casos en torno a 20.000 euros por atraco
La Policía Nacional ha detenido en Madrid a cuatro integrantes de un grupo criminal especializado en el robo con fuerza en bancos. Los arrestados cometían sus actos colocando material explosivo en los cajeros automáticos, poniendo en riesgo la vida de las personas que pudieran encontrarse en las inmediaciones y consiguiendo importantes cantidades de dinero en efectivo. En algunos casos rondaban los 20.000 euros de botín por atraco.
La policía inició las investigaciones tras detectar un aumento de estos delitos en la capital. Durante el desarrollo de las pesquisas, se produjo el pasado agosto un robo con fuerza mediante explosivos en un cajero automático de Madrid. Participaron al menos cuatro personas que huyeron a bordo de un vehículo robado de alta gama. El coche fue localizado por la Policía Nacional unos días más tarde y sometido a vigilancia.
Durante la madrugada del día siguiente a su localización, fue puesto en movimiento por un grupo de individuos que llegó a bordo de otro coche de alta gama, también robado. Ambos vehículos fueron utilizados esa madrugada en un robo con fuerza en un establecimiento de Getafe. Allí sustrajeron una caja con dinero en efectivo. Ambos coches fueron localizados cuando sus usuarios pretendían dejarlos en una avenida del barrio de Campamento. Al abandonar la zona en dos automóviles, los agentes consiguieron interceptar uno de ellos, ocupado por dos individuos. Los demás acompañantes consiguieron huir en el otro coche.
Los agentes detuvieron a los dos individuos e intervinieron los dos vehículos robados, además del coche en el que circulaban, en cuyo interior fue hallada una funda de guitarra en la que guardaban herramientas y un inhibidor de frecuencias. La investigación policial se centró entonces en el entorno de las dos personas detenidas. El estudio de las imágenes permitió, unos meses más tarde, la identificación de un hombre, al que se le sometió a continuas vigilancias hasta que se pudo confirmar su participación en las actividades delictivas. Después se logró identificar al resto de implicados.
A finales de octubre se produjo un nuevo robo, donde hicieron explosionar conjuntamente dos cajeros. La acción fue frustrada por la rapidez policial, pero los autores consiguieron huir a bordo de un vehículo de alta gama. Pese a resultar frustrado, no cesaron en su intención criminal y se detectaron nuevos movimientos para realizar más atracos. Ante esta información, se elaboró un dispositivo policial para controlar varias sucursales y vigilar los domicilios de los investigados.
A principios de noviembre la policía recibió el aviso de un nuevo robo con fuerza en un cajero automático de una sucursal de Madrid. Los autores habían dejado varios billetes esparcidos por el suelo, algunos de ellos con restos de sangre. Esos restos también se encontraron en el interior de la sucursal, lo que evidenciaba que uno de los autores había sufrido un corte. A su vez, mediante los fotogramas de los dos autores, que habían robado cerca de 18.000 euros, se comprobó que los rasgos físicos de uno de ellos eran similares a los del principal sospechoso.
La policía determinó la vigilancia de los domicilios de los investigados. En un primer momento, se produjo la llegada de uno de ellos, el cual fue custodiado con la intención de ejecutar su detención unos minutos más tarde. A los pocos minutos, se observó la llegada del principal sospechoso a su domicilio de Yepes (Toledo). Tras comprobarse que su ropa coincidía con la de uno de los autores del atraco, se procedió a su detención, que se produjo tras una carrera en la que intentó escapar. Llevaba consigo 6.950 euros y sufría un corte profundo en una de sus manos, por donde sangraba abundantemente.
Tras esta detención, se retomó la del primer individuo localizado, que también intentó huir de su domicilio. En su huida, casi desnudo, trató de llevarse el dinero del robo, pero se le cayó quedando desperdigado por el interior del patio trasero de su vivienda. Después de los arrestos, la policía solicitó autorización para la diligencia de entrada y registro en los domicilios de Yepes y Madrid, así como en el domicilio de un tercer investigado por el robo de esa madrugada, situado también en la capital. Tales registros fueron autorizados, aunque no se detuvo a nadie en esta última vivienda.
Durante los registros, en una de las casas se pudo recuperar parte del dinero robado esa madrugada y otra gran cantidad en efectivo. También se produjo el hallazgo de unas 1.000 monedas de dos euros aparentemente falsas y de 150 plantas de marihuana. Debido a este último hallazgo, se solicitó la ampliación del objeto de la investigación, que resultó aceptada por el Juzgado de Instrucción. En otro domicilio se produjo el hallazgo de elementos pirotécnicos, así como elementos de soldadura para su confección. La investigación continúa abierta.
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