Los 50 desalojados por las fuertes lluvias en Figueres vuelven a sus casas

El medio centenar de vecinos de Figueres que este domingo fueron desalojados de sus casas y de una residencia de discapacitados del barrio de Vilatenim, inundadas por el desbordamiento del río Manol, ya pueden volver a sus hogares. Los servicios técnicos municipales han estado este lunes por mañana en el interior de la veintena de casas que se inundaron para evaluar su estado y han determinado que no existe ningún peligro. En el resto de la demarcación de Girona permanecen cerradas esta mañana una decena de carreteras secundarias y los caudales de los ríos que ayer estaban en estado de alerta, por lo general, han descendido.

La veintena de vecinos desalojados de las calles Aduana y Mossèn Miquel Ayats, llegaron a tener un metro y medio de agua en sus garajes. Sus dueños han pasado la noche en casas de familiares, en hoteles o incluso a pie de calle haciendo guardia, porque sus casas quedaron abiertas. Ahora les queda un importante trabajo por hacer: eliminar toda el agua y deshacerse de todas sus pertenencias irrecuperables. Desde el Consistorio sospechan que los daños materiales serán cuantiosos. Por ese motivo, a partir de mañana el Ayuntamiento pondrá en marcha un punto de atención para canalizar las reclamaciones económicas de los afectados. El alcalde de la ciudad, Jordi Masquef, ha explicado que contará “con un abogado, una compañía aseguradora y con una persona de los servicios sociales para dar esta cobertura integral”.

Fuentes municipales también han informado de que las 41 personas que fueron desalojadas de la residencia “Les Acàcies” también podrán volver al centro. Una vez comprobado que el camino que lleva a la residencia está transitable y ya no existe peligro de inundaciones del río Manol, los desalojados podrán volver a la residencia.

En Figueres, la localidad de Girona más afectada por las lluvias con 244 l/m en un día, la mitad de lo que cae en la ciudad durante todo el año, también se han abierto a la circulación todas las vías afectadas por las inundaciones a excepción de tres viles del Polígono de Vilatenim, las calles de Italia, Camí de Can Lel y el camí Vell de Vilatenim. En el resto de la provincia se han abierto todas las vías principales y siguen cortadas una decena de secundarias en Vilafant, Borrassà, Sant Pere Pescador, Perelada, Vilabertran, Vilaür, Fortià, Albons, Bellcaire d’Empordà, Serra de Daró y Gualta en el Alt y Baix Empordà y en Mieres en la Garrotxa y el acceso a la Creueta en Girona.

En cuanto a los centros educativos, la mayoría han abierto con normalidad en toda la provincia. En Figueres se suspendieron las clases y se dejaron servicios mínimos y al final, al mejorar la situación, han acudido un 80% de los escolares.

Desde Protección Civil han informado de que los caudales de todos los ríos de Girona que ayer estaban en fase de alerta, como el Daró en La Bisbal d'Empordà o el Onyar en Girona (pasó de 0,5 m3 a 300 m³) están disminuyendo. Solo permanecen en alerta el Ter a su paso por Torroella de Montgrí y la Tordera en Fogars de la Selva. El temporal de mar, que llegó a dejar olas de cuatro metros en la costa y superiores a cinco metros en el Cap de Begur también está remitiendo.

A pesar de la retirada del temporal, Protecció Civil recomienda extremar las precauciones. De las 541 llamadas hechas a emergencias entre las 20.00 horas del sábado y las 20.00 horas del domingo 467 fueron en la provincia de Girona donde los Bomberos realizaron 275 servicios, principalmente por inundaciones.