Cuatro ‘partidos’ y una sola lista
Carmena, Podemos, IU y Equo afrontan una negociación compleja y sin apenas normas
Manuela Carmena quiere buscar la reelección como alcaldesa de Madrid con una lista en la que se unan independientes, representantes de Podemos, de IU y de Equo. Eso obliga a una compleja negociación para que las cuatro partes compongan un único todo en el que previsiblemente también tendrán cabida miembros de Madrid 129, la escisión de Ganemos Madrid. Solo la primera fase de esa operación está reglamentada: las bases de Podemos, IU y Equo han votado o votarán quiénes les representarán en esa lista conjunta, sin que haya ninguna norma que regule cómo se producirá luego esa suma, a cuántos representantes tiene derecho cada uno, ni en qué orden deben figurar en la lista definitiva. Los 20 ediles que logró Carmena en 2015 son la referencia para 2019: quienes no estén en esos puestos en las próximas listas no tienen asegurado ser elegidos concejales para la próxima legislatura, según asumen las partes implicadas.
¿Cómo funcionará el proceso de confluencia? IU ya ha celebrado sus primarias: Mauricio Valiente es su número uno y se integrará junto a otros compañeros en el proyecto de Carmena. Equo decidirá si hace las suyas en función de que la lista final de la alcaldesa incluya (o no) una votación homologable para que las bases de todos los partidos la validen. Y Podemos afronta su proceso en mitad de la polémica abierta porque seis ediles del gobierno actual hayan decidido que concurrirán a las elecciones sin afrontar la votación de las bases.
Por un lado, los inscritos del partido deben votar al cabeza de lista, puesto al que opta Julio Rodríguez, que ya ha aceptado que Carmena lideraría la suma de todos los partidos.
Por otro, los seguidores de Podemos también deben validar el puesto de partida decidido para el resto de componentes de la lista: los inscritos pueden alterar con sus votos el orden pactado por la dirección, que a su vez variará cuando la formación sume sus miembros a los del resto para construir una única propuesta electoral.
Una vez resueltos los procesos internos de Podemos, IU y Equo, los representantes de cada partido deberían abrir una negociación a cuatro con Carmena para elegir el orden de la lista de confluencia. La alcaldesa, que es la única figura indiscutible de la operación, ya ha dejado claras sus prioridades: contar con independientes que ya están en su gobierno; incluir a líderes vecinales que entren en política en 2019; y sumar a los seis ediles de Podemos enfrentados a la dirección de su partido. El espacio restante será el que ocupen los representantes de Podemos, IU, Equo y Madrid 129. Y el orden, en este caso, sí altera el producto: hay 20 puestos de salida a repartir entre más de 20 aspirantes.
No hay ningún reglamento que regule esa fase de la negociación. Y tampoco hay ningún documento que especifique cómo atenderán las partes a una aspiración compartida: que la lista de confluencia sea sometida al visto bueno de las respectivas bases, a través de unas participadarias, en definición de la alcaldesa, cuyo formato se anunciará próximamente.
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