Un centenar de vecinos de Gràcia paralizan el derribo de dos casas
Los activistas aseguran que, pese a no estar catalogados, los edificios no deben convertirse en pisos
Más de un centenar de vecinos han accedido esta mañana a dos casas centenarias del barrio barcelonés de Gràcia para evitar su derribo. Los inmuebles están situados en el número 15 y el 17 de la calle Encarnació, no están catalogadas pero los activistas consideran que la operación inmobiliaria que pretende construir 24 viviendas en ese espacio es un “nuevo episodio especulativo que está convirtiendo el barrio en un lugar elitista”.
Poco después de las ocho de la mañana los vecinos, movilizados por la entidad Gràcia cap a on vas, han accedido a las dos casas antes de que se continuara el derribo que comenzó ayer. “Sabemos que las torres no están catalogadas pero también sabemos que la catalogación municipal tiene muchas deficiencias”, afirma Toni Ramon mientras hablaba de la volumetría y los ornamentos de los edificios. Ayer los operarios talaron una palmera, un ciprés y un tilo. Hoy le tocaba el turno a una encina. “Esta encina tiene más de 200 años. Tiene que estar protegida. Además, nos consta que vive un mochuelo en sus ramas por lo que razón de más”, alertaba.
Uno de los activistas ha subido al árbol para evitar la tala. Por el momento, las operaciones que tenía que llevar a cabo hoy la empresa inmobiliaria han quedado paradas.
Una de las casas estaba habitada hasta hace unos meses, cuando fue vendida a la inmobiliaria. En la otra, solo acudían los propietarios para celebraciones puntuales según relatan algunos vecinos. Los vecinos siguen concentrados en el patio de una de las viviendas con la intención de paralizar, al menos, la tala de la encina.
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