Los Bomberos sopesan cobrar el rescate a la pareja que se perdió en el Puigpedrós

Dos vecinos de Sabadell jamás olvidarán las primeras nevadas del invierno de 2018, cuando estuvieron a punto de morir en la ladera del Puigpedrós. Uno de ellos ya se había rendido y se estaba dejando llevar cuando la mañana del lunes escucharon las hélices del helicóptero de la Gendarmería francesa. Habían permanecido al raso unas 40 horas con temperaturas bajo cero, viento, lluvia y nieve. Una vez rescatados y recuperados de la hipotermia, el jefe de Bomberos de Generalitat de la región centro, Francesc Boya, anunció que estudiarían si los excursionistas cometieron una imprudencia para en ese caso, hacerles pagar el operativo del rescate.

Hay indicios de imprudencia. De entrada porque la previsión de nevadas para el fin de semana estaba anunciada desde varios días atrás. Además, los responsables del refugio Malniu, del que partió la pareja, les habían advertido de que las condiciones climatológicas no eran las adecuadas para tratar de alcanzar la cima del Puigpedrós. La pareja hizo caso omiso, y en su vuelta al refugio se desorientó y recurrió al servicio de emergencias a las 16.33. Tras más de 40 horas a la intemperie, la pareja fue encontrada en la parte francesa de la montaña.

En el operativo de rescate participaron más de diez dotaciones de Bomberos, tres de ellos del Grupo de Actuaciones Especiales de Montaña (GRAE). Un helicóptero, varias patrullas de los Mossos y ocho agentes rurales. Así como varias unidades de la Gendarmería francesa.

La cuenta de Twitter de Bomberos de la Generalitat publicaba al medio día de ayer un vídeo grabado desde el helicóptero que formaba parte del dispositivo de búsqueda de la pareja de Sabadell y que fue acababa de ser encontrada. Bajo la secuencia de las montañas nevadas aparecían los primeros comentarios congratulándose del rescate, a la vez que planteaban la posible imprudencia de los excursionistas. “Me alegro mucho por ellos. Pero era totalmente evitable”, comentaba un usuario. “Ya les pueden pasar la factura del rescate por irresponsable”, publicaba otro.

En otoño de 2009, la Generalitat impulsó una medida para tratar de reducir el número de salvamentos en el medio natural. Se fijó que, quien precisara ser rescatado por haber llevado a cabo una actuación flagrantemente negligente, debería abonar los costes del operativo de salvamento. En ocho años solo se han cobrado ocho rescates. El más caro, los alrededor 2.400 euros que tuvo que abonar un esquiador que quedó atrapado por un alud en Masella. Estaba esquiando fuera de pistas, en una zona expresamente prohibida: fueron necesarios tres helicópteros, nueve vehículos y 35 bomberos para encontrarle. En un primer momento, la Generalitat facturó 18.183,22 euros, pero tras un recurso del esquiador, se redujo a algo menos de 2.400.

La Generalitat estableció tres supuestos para determinar si se había incurrido en una imprudencia: si el rescate tiene lugar en zonas señaladas como peligrosas o de acceso prohibido, si las personas rescatadas o salvadas no llevaban el equipamiento adecuado para la práctica de la actividad, o si la persona solicita el servicio sin que existieran motivos objetivamente justificados.

La Generalitat también estableció una lista de tasas por el tipo de unidades que emplearan en el rescate. Se establece en 41,35 euros el precio por el trabajo de una hora de bombero. 53,70 euros por una hora de uso de un vehículo, y 3.120 por cada hora de helicóptero. En seis de los ocho casos el importe no superó los 1.000. Desde Bomberos de la Generalitat informan que para que un caso llegue a ser calificado como imprudencia debe ser “muy flagrante”, porque es un proceso muy largo que debe pasar por distintos niveles y departamentos, desde los bomberos que participan en el operativo hasta el área de gestión económica.

Los primeros nueve meses de este año se realizaron 642 servicios de rescate en Cataluña, de los cuales solo dos de ellos fueron cobrados: una falsa alarma por incendio en un hogar de Vic, que costó 165 euros por el desplazamiento de un vehículo y tres agentes. Y un rescate de dos personas en Montserrat en una zona cerrada señalizada como peligrosa, en el que participaron cuatro vehículos y ocho bomberos, y que la Generalitat valoró en 2.880 euros.