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El lado correcto de la historia

Abogados de los líderes independentistas huidos intervienen en la concentración para arremeter contra el Estado

Cristian Segura
Escenario donde se han hecho los parlamentos de la manifestación.
Escenario donde se han hecho los parlamentos de la manifestación.Albert Garcia

Séptima Diada independentista consecutiva, masiva y con una coreografía para quitarle el hipo incluso a la selección china de gimnasia rítmica. “Esta es la Diada más importante desde 1714”, gritó desde el escenario el alemán Thomas Schulze, psiquiatra y representante de un colectivo llamado Foreign Friends of Catalonia. Schulze se equivocó por unos 170 años: la Diada se inventó como símbolo del nacionalismo catalán a fines del siglo XIX. Otro foreign friend del soberanismo, Aamer Anwar, abogado de la exconsejera de Educación Clara Ponsatí, fugada en Escocia, aseguró que el independentismo, construyendo un nuevo Estado-nación en el siglo XXI, “está en el lado correcto de la historia”. Anwar exigió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que “libere a los presos políticos”. Un abogado pidiendo que la separación de poderes se vaya al garete.

Anwar, rector de la Universidad de Glasgow, levantó la voz para dejar clara su opinión: "El general Franco estaría orgulloso de la España contemporánea, “el Estado español actúa como una dictadura fascista” y “ejerce terrorismo de Estado”. Ben Emerson, otro abogado estrella, letrado del expresident Carles Puigdemont, dijo que el Estado muestra “actitudes fascistas”. Emerson aseguró en julio que Cataluña sería independiente en 18 meses y ayer repitió que en breve vería nacer un nuevo país.

Declaraciones de este tipo no tienen nada que ver con ser abogado de Puigdemont, son para animar el cotarro. Pese a ello, la gente comenzó a marcharse cuando Emerson tomó la palabra. Muchos no esperaron a que terminaran los discursos porque la jornada fue larga y los actos requerían un alto grado de interacción. Los asistentes a la Diada tenían que crear una ola gigante que terminaba derribando un muro. Schulze, el psiquiatra alemán, explicó que ante aquel muro se sentía como John Fitzgerald Kennedy ante el muro de Berlín. En el muro aparecían dibujados tres enemigos de la república catalana: el artículo 155, un rey de espadas con una porra que representaba a Felipe VI y un hámster corriendo en una rueda. La rueda del hámster, según la Asamblea Nacional Catalana (ANC), la entidad organizadora, simboliza “el procesismo y la eterna esperanza de que el Estado español acepte y permita un referéndum”. La ANC decía así que el procés no es un invento suyo sino del constitucionalismo, lo que sería como si Ferran Adrià descubriera que el pan con tomate no es un invento catalán sino de los albaceteños.

La ANC representó el‘procesismo’ con un hámster corriendo en una rueda

Los tres dibujos eran derribados a partir de las consignas que un animador pedía que la masa repitiera. Niños, padres y abuelos se lo pasaban en grande. Curiosamente, la única ilustración que no acabó de caer fue la rueda del hámster. El presidente de la Generalitat dijo que la manifestación había sido histórica —no aclaró si al nivel del psiquiatra Schulze— y que le había dado fuerzas para implementar la república. “Me lo digo a mí mismo: ‘Quim, tira adelante”, explicó Torra. “Tratadnos como adultos”, pidió a los políticos la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie. A veces parece un reto difícil.

 

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario 'Avui' en Berlín y en Pekín. Desde 2022 cubre la guerra en Ucrania como enviado especial. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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