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La nueva Audiencia de Barcelona, paralizada por la arqueología

El hallazgo de una necrópolis alto medieval en el derribo de los antiguos juzgados modifica el proyecto y el calendario del futuro equipamiento

José Ángel Montañés
Una de las 16 tumbas ya excavadas, en primer plano. Al fondo, tres arqueólogos trabajan otra de las fosas.
Una de las 16 tumbas ya excavadas, en primer plano. Al fondo, tres arqueólogos trabajan otra de las fosas.Cristóbal Castro

A casi nadie le ha sorprendido porque se sabía que el solar donde estaban los antiguos juzgados de Barcelona (al final del paseo Lluís Companys, junto al parque de la Ciutadella) tenía una potencia arqueológica muy alta por los restos encontrados en las proximidades. Tan alta como en Ciutat Vella donde incluso para colocar en un edificio un ascensor es obligado excavar. Y este enorme solar de más de 5.400 metros cuadrados no ha defraudado tal y como avanzó EL PAÍS el pasado 19 de julio: en apenas 300 metros cuadrados se han localizado 16 tumbas, perfectamente alineadas de este a oeste tal y como era posible verlas el pasado martes por la mañana.

Bajo las enormes losas de piedras -seis, cinco o cuatro, en función de la edad del inhumado-, han permanecido enterradas hasta ahora personas que vivieron en esta misma ciudad entre los siglos VII y IX, la Alta Edad Media. Se les ha encontrado en sus tumbas de cista, bocarriba con el rostro mirando hacia poniente. “Podemos estar ante la necrópolis de este periodo más importante por su extensión de toda Cataluña”, no duda en afirmar Jordi Serra, el arqueólogo responsable de los trabajos que se desarrollan bajo un sol de justicia (nunca mejor dicho) desde hace dos meses.

El mosaico de 1888 aparecido tras excavar.
El mosaico de 1888 aparecido tras excavar.Cristóbal Castro

Pero no son los únicos restos que han aflorado hasta la fecha tras tirar abajo los edificios judiciales vacíos desde 2009 cuando la actividad se trasladó en la Ciudad de la Justicia. En la esquina opuesta del solar (junto a paseo Pujades) en el que las excavadoras siguen sacando escombros (en unos trabajos de demolición que comenzaron en junio de 2017 y cuentan con un presupuesto de 2,8 millones de euros) puede verse parte del mosaico original de colores construido a la entrada del Palacio de Bellas Artes, uno de los edificios más destacados de la Exposición Universal de 1888.

También se pueden ver parte de los muros originales de este edificio de planta basilical obra de August Font que sufrió los efectos de la guerra civil ya que la aviación italiana lo bombardeó y lo dejó inservible hasta que en 1942 se decidió derribarlo para reaprovechar las vigas de hierro de su estructura. La excavación también ha documentado un momento posterior a 1714 en el que tras derribar las construcciones existentes se aplanó el terreno para salvar los desniveles y poder construir la fortaleza de la Ciutadella borbónica.

Detalle del mosaico de entrada del pabellón de Bellas Artes de 1888.
Detalle del mosaico de entrada del pabellón de Bellas Artes de 1888.Gencat
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Una de las tumbas encontradas al comienzo de los trabajos, una vez retirada las losas de piedra.
Una de las tumbas encontradas al comienzo de los trabajos, una vez retirada las losas de piedra.Gencat

Ya se han planificado nuevas catas para ver si los restos arqueológicos están presentes por toda la extensión del solar. Quizá aparezca uno de los refugios construidos durante la guerra civil, el catalogado como número 1.233 que los mapas de la resistencia pacífica sitúan allí. La cercanía a las murallas de la ciudad y a otros restos romanos localizados cerca, situados junto a una de las vías de acceso de la ciudad hacen que los arqueólogos no descarten nuevos e interesantes hallazgos.

“La aparición de los restos impide tener un calendario preciso, pero existe el compromiso del Departamento de acabar construyendo la nueva Audiencia Provincial”, explica la consejera de Justicia, Ester Capella, que también asegura que son conscientes de que los trabajos arqueológicos pueden condicionar este proyecto que se ha ido demorando año tras año por falta de presupuesto, ya que el nuevo edificio judicial tiene un coste de unos 50 millones de euros. “El solar se destinará a usos judiciales, pero los restos condicionan muchas cosas, el calendario y el proyecto. Estamos a merced de los informes de los arqueólogos. Ahora todo está parado hasta saber en qué condiciones se puede hacer la licitación del proyecto que seguro que tendrá que acabar teniendo en cuenta los restos que aparezcan”, remacha la consejera que recuerda cómo se modificó el proyecto en el mercado de Sant Antoni, tras la aparición de los restos de la muralla y que no descarta que los restos y el nuevo edificio acaben "dialogando" entre ellos.

En los próximos días se procederá a abrir las tumbas para extraer los restos humanos de su interior. La primera localizada ya se abrió al comienzo de los trabajos. Los restos aparecieron bastante dañados y sin ajuar, como se espera que aparezcan el resto de enterramientos. "Es lo normal es este momento. Los muertos no se enterraban con ningún elemento que nos hable de una clase o estatus social", remacha Serra. También se procederá a retirar el mosaico de 1888 para seguir excavando en los estratos inferiores. 

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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