Pasión y exquisitez
La bailaora Eva Yerbabuena ilumina el Mercat en el estreno de 'Cuentos de Azúcar'
El sensual y vital flamenco de la bailaora y coreógrafa Eva Yerbabuena iluminó el Mercat de les Flors de Barcelona la noche del viernes. Noche de eclipse lunar pero de brillante luz para esta artista, que estrenaba Cuentos de Azúcar en el marco de la programación del Festival Grec 2018. Con numerosas distinciones en su haber, la última Premio Max 2018 por su trabajo, Apariencia,ahora presenta un interesante trabajo junto a la cantante y músico japonesa, Anna Sato. A raíz del encuentro entre estas dos artistas, Yerbabuena bucea en la cultura nipona, concretamente en la de la isla de Amani, al sur de Japón, donde en el pasado vivían de la caña de azúcar, la producción de arroz y la confección de telas para los kimonos y donde viajaron juntas para adentrarse en sus músicas y bailes locales.
Cuentos de azúcar
Dirección, idea y coreografía de Eva Yerbabuena; Dirección musical y guitarra de Paco Jarana; Colaboración especial de Anna Sato; Coreógrafo y bailarín invitado Mario Bermúdez Gil; Escenografía de Cube.Bz; Diseño de luces de Fernando Martín; Vestuario de López de Santos. Mercat de les Flors. Sala MAC. Grec 2018. Barcelona 27 de julio
Sato regaló a Yerbabuena un DVD con canciones tradicionales de esta isla, que hablan de las mujeres que despiden a los hombres que se van a la guerra, de un pájaro negro que llora y que significa un mal augurio o de emotivas canciones de cuna. Todo este cúmulo emocional ha inspirado a la bailaora a crear una pieza intensa en la que la delicadeza interpretativa de Anna Sato, con su melódica voz, se trenza con la voluptuosidad del baile flamenco de Yerbabuena. Elegancia y arrojo, pasión y exquisitez, osadía y serenidad tiñen a Cuentos de Azúcar de una atractiva magia. Contemplar como Eva Yerbabuena se arranca, en el ruedo imaginario iluminado por una intensa luna, con diferentes palos del flamenco, del taranto a la cartagenera pasando por la caña, arropada por la delicada voz de Anna Sato es una experiencia única, si bien en algún instante del espectáculo la frialdad de la intérprete nipona choca con la voluptuosidad que emana del baile de Eva. Su zapateado íntimo y versátil, su braceo sensual, su cuerpo que destila pasiones secretas y su expresión de mujer concupiscente choca con la delicadeza hermética de la intérprete japonesa.
Ambas artistas están arropadas por los excelentes músicos: Alfredo Tejada, Miguel Ortega (cante), Antonio Coronel (batería y cajón), Kaoru Watanabe (taiko), Rafael Heredia (cajón y congas), todos ellos dirigidos por Paco Jarana, director musical, guitarra y marido de Eva Yerbabuena. Conjugar la música flamenca con la música que nace de los instrumentos japoneses tales como el taiko es una apasionante aventura. También hay que destacar la interpretación correcta pero glacial del bailarín y coreógrafo invitado, Fernando Jiménez Torres, aunque fue Mario Bermúdez Gil quien participó en la creación de Cuentos de Azúcar como coreógrafo invitado.
Al finalizar Cuentos de azúcar, cuando ambas intérpretes toman el té, el público que llenaba el Mercat las Flors estalló, puesto en pie, en cálidos aplausos y sentidas ovaciones.
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