Juicio a un expolicía local de Vilagarcía por traficar con hachís y cocaína

Un expolicía local de Vilagarcía, con iniciales J. G. R., será juzgado este jueves en la Audiencia de A Coruña, acusado de tráfico de hachís y cocaína, por lo que afronta una posible condena de cuatro años y medio de prisión y multa de más de 61.000 euros, en base a la petición del Ministerio Fiscal. El exagente fue detenido por la Guardia Civil un año después de que causara baja laboral en la plantilla de la Policía Local de Vilagarcía de Arousa, donde se le abrió un expediente disciplinario. Luego la Seguridad Social decretó su incapacidad total para desempeñar el cargo de funcionario público. Además contaba con antecedentes penales al ser condenado por conducir bajo los efectos del alcohol en sendas sentencias de noviembre de 2002 y octubre de 2005.

Desde el momento de su detención, el 25 de marzo de 2017, en el Polígono de O Temple, en Cambre, A Coruña, el expolicía permanece en prisión preventiva como medida cautelar solicitada por la Fiscalía que se opuso a su excarcelación bajo fianza hasta la celebración del juicio. Ese día, una dotación de la Guardia Civil, que venía controlando sus movimientos, procedió a pararlo en un control e inspeccionar su vehículo donde encontró una mochila en el maletero con casi cinco kilogramos de resina de cannabis que el acusado llevaba para su distribución a terceras personas. Debajo del asiento del conductor ocultaba cuchillo de cocina, un inhibidor de frecuencia y dos teléfonos móviles.

El acusado también llevaba en el coche, un Peugeot 205, su uniforme de la policía local y dos carteras con un documento de identidad profesional a su nombre, pertenencias que no había devuelto cuando abandonó la plantilla de la Policía Local de Vilagarcía, en abril de 2015, aunque no consta en la investigación que fueran utilizados para sus supuestas actividades en el tráfico de drogas, según apunta la Fiscalía.

En el registro efectuado por la Guardia Civil en su domicilio de Vilagarcía fueron intervenidos otros 113 gramos más de hachís, una bolsa con 63,9 gramos de fenacetina (sustancia utilizada para transformar los estupefacientes en dosis para su venta) que el acusado guardaba en un envase que escondía en un mueble de su dormitorio, además de dos básculas de precisión.

En el mismo registro, los agentes también se incautaron de dos partidas de cocaína de baja pureza. Una de ellas de 10,3 gramos de cocaína, estaba oculta en uno de los cajones del dormitorio, además de dos básculas digitales situadas en la cocina del inmueble. La otra se encontró en una caja en el trastero con otros 25,387 gramos de cocaína. El valor total de las sustancias intervenidas al acusado asciende a casi 31.000 euros, según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía, que solicita para él una multa que supone el doble del precio de la droga en el momento de la incautación en el mercado ilegal.