Tres distritos de la capital se quedan sin policías municipales en la madrugada del viernes
La Concejalía de Seguridad afirma que no hubo falta de vigilancia en la ciudad
Tres distritos de la capital se quedaron durante la madrugada de ayer sin coches patrulla de la Policía Municipal. Los agentes no acudieron al servicio, tras darse de baja, y los pocos que sí se presentaron fueron destinados a cubrir la seguridad del Madrid Orgullo (Mado), según los sindicatos. Fuentes de la Concejalía de Seguridad aseguran que la situación que se registró es similar a la de otras ocasiones en las que se obliga a realizar jornadas extraordinarias a los funcionarios. También mantienen que no hubo falta de seguridad en la ciudad.
Los distritos de Ciudad Lineal, Chamartín y Chamberí son los que se quedaron sin agentes. En otros, la asistencia fue especialmente baja. En Barajas, Vicálvaro y San Blas, tan solo salió un coche patrulla en cada uno de ellos. En ellos iban el mando del turno de noche y un agente, según varias fuentes consultadas. En Hortaleza, Villa de Vallecas y Tetuán, se llegó a los dos vehículos por distrito. “Lo normal es que una noche como ayer salgan cuatro o cinco coches por distrito, como mínimo. En los grandes o más extensos, el número puede ser aún mayor”, explicaron fuentes policiales.
La situación de falta de efectivos obligó a desplazar a otros agentes de unidades especiales (Tráfico y Apoyo a la Seguridad, entre otras) para atender las llamadas y los avisos que entraban por la emisora. “La suerte que ha habido es que esta noche no se ha producido nada grave en la ciudad. Si hubiera ocurrido algo, no sé de dónde habríamos sacado los recursos necesarios para atenderlo”, destacaron fuentes sindicales. Estas afirman que se dejaron llamadas sin atender ante la falta de efectivos en bastantes distritos. Estas fuentes no descartan que esta noche se incorporen agentes de movilidad para regular el tráfico nocturno, pese a que este servicio carece de ese turno. “No están dotados ni formados para afrontar situaciones así”, se quejan esas fuentes.
Algunos agentes explicaron que están “agotados” por realizar jornadas de 16 y 17 horas seguidas y que no soportan ese ritmo. “Estamos tratando temas muy importantes como la seguridad de los madrileños y un policía tiene que estar a pleno rendimiento”, argumentó un funcionario, que causó baja en el servicio en la madrugada de ayer.
Algunos mandos explicaron su preocupación por si esta situación se repite durante el desfile y la manifestación del Orgullo, que se celebra hoy. También recordaron que acontecerán otros actos en la capital, como la Summer Race en Chamberí en la mañana del domingo, y que se puede dar la situación de que no haya agentes suficientes.
Por su parte, fuentes de la Concejalía de Seguridad confirmaron que sí se produjeron “algunas bajas” en el servicio de noche, pero sostuvieron que no fueron “nada excepcional”. Las citadas fuentes explicaron que las bajas no fueron superiores en número a las que se producen cuando se obliga a los agentes a trabajar en jornadas extraordinarias. También negaron que se dejara llamadas sin atender: “Se priorizan según se reciben en función de la gravedad. Si se quedan distritos sin patrullas, se cubren con los que están de servicio en los barrios más cercanos”, añadieron. Este periódico pidió, sin éxito, el número exacto de agentes que no acudieron al servicio.
Esta situación se produce en pleno conflicto colectivo entre los cinco sindicatos de la Policía Municipal y los responsables de la Concejalía de Seguridad. Durante toda la semana han mantenido reuniones, pero no se ha alcanzado ningún acuerdo en las mejoras salariales, entre otros puntos.
Medio centenar de agentes protesta en bici
Cerca de 50 agentes salieron este viernes por la mañana por el centro de la ciudad montados en bici para protestar por la situación que están viviendo en los últimos meses. Los funcionarios se quejan de la falta de convenio colectivo y piden un acuerdo en las negociaciones con el Ayuntamiento. Los policías, que iban vestidos con ropa deportiva, circularon por calles principales, como Gran Vía, Alcalá y el paseo de Recoletos.
El pelotón ralentizó la velocidad del tráfico. Circulaba ocupando todos los carriles de la calzada, casi al mismo ritmo que los peatones por las aceras. Esto provocó el enfado de los conductores, que se vieron envueltos en grandes atascos. Los sindicatos explicaron que habían tomado la medida para que los vecinos conozcan el conflicto colectivo que les enfrenta con el Ayuntamiento desde hace semanas.
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