El sector del arte lamenta que el Macba pierda la Misericòrdia
El Ayuntamiento quiere hacer de la capilla un CAP, tras cederla al museo en 2013
La noticia de que el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) va a perder la Capella de la Misericòrdia y que esta se convertirá en el nuevo CAP del Raval norte, ha provocado tal estupor en la comunidad artística que incluso las redes sociales han tardado más de lo habitual en hacerse oír. El primero en quejarse ha sido Gerardo Peral, responsable de la Fundación Blueproject, muy activo en el debate público, que hace unos días había lanzado la alarma sobre el futuro de la Misericòrdia. “El Raval necesita un CAP y un Macba sin que tenga que ser uno a costa del otro. La falta de un programa político de cultura lleva a estas situaciones de las que nos arrepentiremos a medio plazo. Vamos de mal en peor. Todos los museos europeos estilo Macba están ampliando sus espacios pues el discurso museístico y las décadas que abarcan van creciendo”, indica Peral.
Le contesta Carles Duran, influyente propietario de la galería Senda y cocreador de la feria de videoarte Loop. “Pienso que sería un grave error y una falta de perspectiva de nuestros políticos. El Macba necesita crecer para cubrir las necesidades del sector y del público de una ciudad como la nuestra o siempre estará cojo. Si la reforma no se ha hecho puede tener que ver, como no se le escapa a nadie, con la desastrosa coyuntura económica de los últimos años. Creo que debemos apoyar que siga vigente el plan original y ayudar a impulsarlo”, afirma Duran. Va en la misma línea el comunicado de Art Barcelona, la asociación que reúne las principales galerías de arte contemporáneo, que en esta ocasión ha expresado su opinión con una rapidez desacostumbrada. La asociación recuerda, tal y como publicaba este diario, que el plan estratégico y el proyecto museográfico fueron aprobados “por unanimidad y con entusiasmo hace tan solo unos meses” por el Consorcio del Macba, formado por Ayuntamiento, Generalitat, Ministerio de Cultura y Fundación Macba.
“El proyecto, que ya forma parte del Plan de Museos, cuenta con los recursos necesarios para estar operativo en 2022. Conecta físicamente con el museo con una ampliación destinada a la colección permanente formada por más de 6.000 obras que cualquier gran ciudad europea quisiera para su museo”, afirma la nota, asegurando que un debate entre cultura y sanidad es impropio del siglo XXI. Art Barcelona concluye anticipando que se sumará a las iniciativas que desde diferentes ámbitos de las artes visuales se están preparando para luchar en contra del “desahucio” del Macba.
Por supuesto nadie quiere plantearlo como un conflicto entre cultura y sanidad y todos reconocen las necesidades de un centro de salud, que se encuentra desbordado y requiere urgentemente un nuevo equipamiento a la altura del constante crecimiento del barrio. “El debate sanidad cultura es demagógico. Todos salen perdiendo, todo es improvisación. El Macba acumula descrédito uno tras otro. Arrastra un problema estructural y el Ayuntamiento no cree en él. Cabe recordar que la alcaldesa Colau se deshizo de Cultura y la entregó al PSC a las primeras de cambio. ¡Si no creen en el arte como agente de transformación apaga y vámonos!”, lamenta Joan Minguet Battlori, docente, crítico de arte e influyente creador de opinión del mundo del arte barcelonés.
Pese a lamentar la decisión del Ayuntamiento, también hay críticas hacia la gestión demasiado inmovilista del Macba. “Aunque sin poder hacer las obras por falta de dinero, hubieran podido apropiárselo de alguna manera, por ejemplo dando cabida a experiencias de arte urbano”, afirma un joven artista, que prefiere mantener el anonimato. “Desconozco la letra pequeña pero no me cabe duda que de haber existido un proyecto consistente, singular, original y articulado desde el entusiasmo y la insistencia, hoy no estaríamos lamentando lo que pierde el sector artístico. Para grandes proyectos hay que tener grandes ideas”, afirma el crítico y comisario Frederic Montornés, director de contenidos del programa Territori Contemporani, que se emite en la red de televisiones de Cataluña. Es la desidia que lamenta el Ayuntamiento cuando afirma que “en cinco años el museo no ha presentado ningún proyecto arquitectónico ni ha buscado recursos para poner en marcha la ampliación, más allá de las aportaciones institucionales”.
Respeto a otros posibles emplazamientos para la ampliación, todos se demuestran escépticos. “Pedimos a todos los grupos municipales que impidan este error. Es el CAP que debe encontrar otro edificio, solo hace falta proporcionar los recursos necesarios”, asegura Art Barcelona. “El Macba debe crecer a lado del edificio principal, dispersarlo por la ciudad sería negativo. Para el CAP hay muchos otros espacios, por ejemplo el infrautilizado hospital de tuberculosos detrás del CCCB”, añade Peral, que concluye pidiendo “respeto para la cultura”.
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