Ilustradores y superventas de la Red cierran la Feria del Libro
Los escritores Elisabet Benavent, Javier Castillo, Blue Jeans, Ana Penyas, Alfonso Zapico y Kim Aubert profundizan en la motivación de sus creaciones
La Feria del Libro se clausuró ayer en el Retiro con dos encuentros con escritores organizados por EL PAÍS. El primero reunió a Elisabet Benavent, Javier Castillo y Blue Jeans para explicar su nacimiento en las redes sociales y posterior profesionalización. Después, Ana Penyas, Alfonso Zapico y Kim Aubert, autores de novelas gráficas, contextualizaron sus últimas obras, que abordan episodios del pasado reciente con una apariencia doméstica, pero de calado generacional.
Los fenómenos de la literatura contemporánea han nacido en Internet. El periodista Jesús Ruíz Mantilla, que moderó la mesa Nacidos en la red: los nuevos magos del best seller, presentó a los autores participantes como los escritores que le han dado la vuelta al paradigma editorial. “Ya no necesitas la aprobación de ciertas jerarquías, como pasaba en el siglo XX, cuando para empezar una carrera literaria tenías que ir con un manuscrito en busca de un editor”, expuso.
Aunque los inicios de los autores son similares, sus géneros no. Francisco de Paula, verdadero nombre de Blue Jeans, empezó hace nueve años a soltar capítulos en las redes sociales. “No quería que nadie se enterara de quién era, venía del rechazo de las editoriales y necesitaba saber si valía o no”, confesó. Arrancar en este medio delimitó su público: “Si quería atrapar a los lectores, tenía que dirigirme a quien entonces usaba las redes sociales”. Así nació Canciones para Paula. De eso hace ya una decena de novelas. Elisabet Benavent quería crear novelas de “entretenimiento puro” y con “amores saludables” cuando comenzó con En los zapatos de Valeria. Sus trabajos están protagonizados por mujeres con las que ella se siente identificada. “La verdad es el único punto de partida”, defendió la escritora, que añadió que se inspira en sus amigas para crear a los personajes. Lo que define las novelas de Javier Castillo es la intriga. El autor aseguró que “enganchar al lector” es su único objetivo. “Me obsesiona que desde el principio no pueda soltar el libro”.
Los tres comenzaron escribiendo solo en sus ratos libres (Castillo lo hacía en el tren que le llevaba al trabajo), pero el éxito de sus novelas ha profesionalizado su vocación. “Estoy ocho horas al día, de lunes a domingo”, confesó Blue Jeans, que tiene por despacho una cafetería del centro de Madrid. Busca lo que Benavent define como “ruido blanco”, un murmullo que permite a los escritores dejarse llevar por la inspiración, que solo aparece trabajando, según coincidieron en señalar, y nunca en silencio total. Los tres siguen muy vinculados a sus redes sociales y ahí recaban información sobre sus libros. Un gran caudal de opiniones que aseguraron no les influye a la hora de crear, pues si se dejasen llevar “perderían la naturalidad”.
La mesa El cómic hace memoria, presentada por la periodista Tereixa Constenla, indagó en tres episodios diferentes. Ana Penyas relata en Estamos todas bien la vida de sus abuelas, que es la de toda una generación: las mujeres de posguerra. Kim Aubert recuerda en Nieve en los bolsillos su emigración a Alemania, como la de tantos otros españoles, a donde llegó haciendo autoestop. Los puentes de Moscú, de Alfonso Zapico, aborda las conversaciones entre el político socialista Eduardo Madina y el músico nacionalista Fermín Muguruza.
Si bien sus trabajos se centran en momentos históricos pasados, la motivación para volver la vista atrás es el presente. “No es algo que quiera rescatar por nostalgia, sino que lo necesito para entender el presente”, aseveró Penyas. Los creadores destacaron las facilidades de este género para abordar píldoras de historia y divulgarlas a un público heterogéneo.
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