Los afines a Puigdemont lanzan una opa sobre la dirección del PDeCAT

El próximo domingo será un día clave para la batalla por el control en el seno del Partit Demòcrata Català (PDeCAT). La formación celebrará ese día el consejo nacional en el que determinará las reglas de juego para la asamblea ideológica que el partido celebrará entre el 20 y el 22 de julio. Aunque ese encuentro con los afiliados solo tiene previsto fijar la estrategia a seguir, los críticos con la actual dirección, que se han aglutinano alrededor de la figura del expresident Carles Puigdemont, quieren forzar que también un cambio en la dirección. La coordinadora Marta Pascal asegura que no se siente cuestionada.

Desde el inicio mismo de su mandato al frente del PDeCAT, el binomio de Pascal y David Bonvehí se ha enfrentado a la crítica dura y constante del ala de la formación que perdió el congreso fundacional del partido surgido de las cenizas de Convergència. Entonces, la candidatura de Pascal se impuso a la liderada por el exconsejero Jordi Turull. La nueva coordinadora quería imprimirle al partido un giro hacia la moderación tras el tsunami independentista pero nunca contó con el margen de maniobra suficiente para lograrlo.

En los últimos meses, a raíz del choque experimentado por el parto de la lista de Junts per Catalunya y del papel secundario que el partido ha jugado en el diseño del futuro Govern, las voces críticas arreciaron dentro del PDeCAT. Pascal, con muy pocos apoyos dentro de las familias neoconvergentes, decidió entonces adelantarse a los acontecimientos y abrir el camino a que los críticos expongan sus ideas ante todos los afiliados de la formación dentro de los cauces orgánicos.

La coordinadora general explicó ayer que la asamblea de julio tenía inicialmente un carácter meramente ideológico, un tema sensible ante las elecciones europeas y municipales de 2019. Los neoconvergentes son la principal fuerza municipal en Cataluña. Pero también aceptó que esa reflexión sobre contenido condiciona al continente.

La asamblea, explicó Pascal, debe servir para “ensanchar y fortalecer el proyecto” y adaptarlo “a la situación política actual”, sometiendo a consideración “no solo en la dirección sino también en los liderazgos territoriales”. Pese a todo, sacó pecho de su gestión y recordó que los militantes han pasado de 5.000 a 14.000 en dos años

La asamblea, pues, no será de entrada un sitio para elegir una nueva cúpula pero ese tupido velo se puede correr este domingo, en el consejo nacional en la que se aprobará el reglamento del encuentro de julio. La voluntad de los críticos de apartar a Pascal es tan grande que ya tienen hasta un candidato para ocupar su puesto. Según adelantó ayer La Vanguardia, se trata del alcalde de Molins de Rei (Baix Llobregat), Joan Ramon Casals, defensor de la independencia unilateral.

El paso al frente de Casals sentó muy mal en la cúpula del PDeCAT. “Los cargos son de cuatro años. Yo misma le gané a Santi Vila en unas primarias. Cuando de aquí a dos años haya elecciones me parecerá perfecto [que salgan candidaturas], pero ahora no toca”, criticó Mercè Conesa, la presidenta del consejo nacional de la formación.