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Detenido un individuo que se hacía pasar por yihadista para extorsionar a empresarios

El arrestado amenazaba con incendiar los negocios, secuestrar o asesinar a sus víctimas si no accedían a ingresar dinero en su cuenta

F. Javier Barroso

La Policía Nacional ha detenido a un hombre que se hacía pasar por un terrorista yihadista con el objetivo de chantajear a empresarios. Este supuesto delincuente, cuyo nombre corresponde a las iniciales A. O. G., de 43 años, obtenía con esta fórmula grandes cantidades económicas, ya que amenazaba a sus víctimas con incendiar sus empresas, asesinar a los chantajeados o sus familiares e incluso secuestrar y violar a sus hijas. El arrestado hacía un seguimiento a sus objetivos, a los que vigilaba y rastreaba las redes sociales para obtener información. Todo esto creaba una gran alarma social y los afectados solían acceder a sus exigencias.

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La investigación se inició a principios de febrero tras recibirse dos denuncias por extorsiones telefónicas. Durante las llamadas, realizadas en nombre de la organización terrorista Al Qaeda, se empleaban algunas frases en árabe, amenazando con incendiar la sede de la empresa, acabar con la vida del empresario y de sus hijos o que secuestraría y violaría a los miembros femeninos de la familia. Aportaba datos muy precisos sobre su vida personal y profesional -número de hijos, actividades cotidianas de la familia, trabajadores de la empresa, sede del negocio, entre otros-.

Para atemorizar más a sus víctimas, durante alguna de las llamadas, el detenido manipulaba un arma de fuego con el fin de que se escuchara el sonido del arma durante la conversación. El dinero que exigía debía ser ingresado en determinadas cuentas bancarias asociadas a tarjetas prepago extranjeras.

Las investigaciones de la Brigada Provincial de Información de Madrid pudieron determinar que antes de realizar las extorsiones, sometía a sus víctimas a vigilancias y seguimientos. También realizaba un análisis exhaustivo de la información que existía sobre los empresarios en las redes sociales, de esta forma, las llamadas adquirían total credibilidad para sus víctimas, las cuales evitaban denunciar los hechos por las amenazas que recibían. Entre los afectados estaban varias farmacias, empresarios de la construcción y autónomos. Uno de los principales problemas con los que se ha encontrado la policía es que las víctimas tenían un gran terror a denunciar ante el riesgo de que el criminal actuara.

Una vez que los investigadores analizaron toda la información, se consiguió detener al presunto autor de los hechos. A. O. G. fue arrestado la semana pasada cuando regresaba a Madrid tras haber estado posiblemente en la Costa del Sol. El individuo, de gran corpulencia, intentó resistirse al arresto , pero cayeron sobre él ocho agentes que le inmovilizaron.  Estos tenían la sospecha de que podría ir armado, pero al final no lo llevaba ninguna pistola. El supuesto autor ya había estado en la cárcel y tiene antecedentes por hechos similares, como extorsiones, asociación ilícita para delinquir y estafa, según fuentes de la investigación.

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Tras ser puesto a disposición del juez de la plaza de Castilla que instruye el caso, éste decretó su ingreso en prisión preventiva comunicada y sin fianza. El detenido tenía en vigor cuatro órdenes de ingreso en prisión de juzgados diferentes. La investigación continúa abierta, analizándose las tarjetas prepago incautadas, ya que no se descarta localizar a otras víctimas que no se hubieran atrevido a denunciarlos hechos. De hecho, la policía ha hecho un llamamiento para que sus posibles víctimas pongan los hechos en conocimiento de los instructores del caso. Estos continúan intentando localizar su domicilio y analizando todas sus cuentas bancarias. Algunas están en el extranjero. Los agentes no dudan de que haya testaferros o algún compinche con conocimiento de árabe.

La policía ha pedido que, ante la posibilidad de que otros grupos u organizaciones criminales puedan cometer extorsiones por el mismo procedimiento, si algún ciudadano es víctima de este tipo de extorsiones, denuncie los hechos. Quieren evitar a toda costa que este tipo de extorsión se conviertan en los nuevos secuestros exprés que tantas víctimas tuvieron hace un año.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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