Las estatuas humanas protestan en el Ayuntamiento
Los artistas de la Rambla reclaman a Colau una modificación de la norma para que no se les considere vendedores ambulantes
Don Quijote, un cowboy, Alien y una subespecie de extraterrestre galáctico fueron ayer los espectadores de excepción de la comisión municipal de Derechos Sociales, Cultura y Deporte del Ayuntamiento de Barcelona.
Los personajes fantásticos no eran otros que las estatuas humanas de La Rambla que acudieron al Consistorio para solicitar mejoras en sus condiciones de trabajo. La CUP propuso detener el decreto de alcaldía que regula la actividad de estatua humana.
Según las propias estatuas humanas, esta norma firmada por Colau no les trata como artistas públicos sino como “vendedores ambulantes”. Los antisistemas pidieron la anulación del decreto y la apertura de proceso participativo. La propuesta fue rechazada con los votos en contra de BComú, PDeCAT y PP.
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