El reactor nuclear de Vandellòs, cuatro meses parado por incidencias

La central nuclear de Vandellòs II está parada desde hace dos meses y su puesta en funcionamiento no será posible hasta mediados de verano. Los trabajos de reparación de una fuga de agua en el sistema de refrigeración han empalmado con las tareas, ya previstas y programadas, de recarga de combustible, que comienza este sábado. La paralización de la planta supondrá importantes pérdidas económicas a las empresas propietarias de la instalación, Endesa (72%) e Iberdrola (28%).

Distintos percances han provocado que Vandellòs II encadene varias semanas de inacción. A primeros de marzo un poro en una válvula del sistema de refrigeración del reactor nuclear obligó a detener la actividad. Pese a la incidencia, la central se encontró en todo momento en "condición segura", según garantizó ANAV, organismo que gestiona la planta. El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) calificó el incidente de inocuo (0) en una escala del 0 al 7. Sin embargo, algunas entidades ecologistas alertaron que la planta había estado operando de manera irregular, elevando el riesgo para los trabajadores y para el entorno. Ecologistas en Acción criticó que al menos durante dos semanas la central estuvo funcionando "de forma peligrosa" y no paró inmediatamente, tal como marcan los protocolos, al detectar una fuga de agua "contaminada". A raíz de un informe de la asociación Sociedad Humana, la Fiscalía de Tarragona abrió diligencias de investigación para aclarar la serie de incidencias y averías detectadas en los últimos meses en la central nuclear.

Tras el incidente en el sistema de refrigeración, la central afronta a partir de este fin de semana la parada programada para recargar combustible. Estos paros suele durar entre 39 y 51 días, pero esta vez se alargará hasta mediados de julio, según prevé ANAV. Así, Vandellòs II sumará más de cuatro meses de inactividad.

El paro de Vandellòs ha coincidido con la apertura de una investigación en la central de Ascó, también gestionada por ANAV. A primeros de abril, el presidente del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) , Fernando Martí Scharfhausen, desveló el hallazgo de restos radioactivos en un punto concreto de la instalación nuclear, en concreto, en unos tubos de una instalación hidráulica de Ascó I. Scharfhausen anunció la apertura de una investigación para tratar de aclarar el origen del incidente. Según fuentes de la central, la aparición de estos indicadores tóxicos no supuso ningún peligro para la seguridad, ni para la salud de las personas ni el medio ambiente.