Bajo seguimiento de la huelga de autobuses interurbanos
CC OO, el Sindicato Libre de Transporte y la Consejería de Transportes apuntan a un apoyo de los paros de entre el 10% y el 40%
La huelga de conductores de autobuses interurbanos no ha acabado de cuajar. El 40% de los trabajadores han secundado la huelga el pasado jueves e incluso una menor cantidad este viernes, según CC OO, y entre el 10% y el 15% en ambos días según el Sindicato libre de Transporte (SLT). La Consejería de Transporte afirma que los servicios prestados han superado en un 40% los mínimos establecidos (50% en hora punta y 35% en los tramos de menor demanda), lo que supondría que el transporte interurbano ha funcionado al 90%. UGT apunta, sin embargo, que el 90% de los trabajadores han seguido los paros los dos días, y acusan a CC OO y al SLT de "manipular y boicotear" la huelga.
"Deme un justificante por llegar tarde". Esta frase ha sido de las más repetidas en los puestos de información de las estaciones de autobuses interurbanos de Madrid. Las aglomeraciones de pasajeros junto a las dársenas se han repetido durante la mañana de este viernes, especialmente en los destinos de la sierra (Las Rozas, Galapagar, Villanueva del Pardillo, Hoyo de Manzanares, Collado Villalba...), aunque en menor medida que ayer. “Hemos podido constatar que la mayoría de las líneas funcionan con normalidad. En la sierra solo salen mínimos legales, pero en el centro está trabajando casi toda la plantilla”, señala Fernando Muñoz, secretario de transporte de viajeros de CCOO, que ha definido el seguimiento de la huelga como "muy bajo".
La patronal Confebus señala también que, en buena parte de las 32 empresas que aglutina, los servicios prestados han superado los mínimos. Según la Consejería, en al menos tres de ellas (Autobuses Montes, Empresa Boadilla y Transportes Fuenlabrada) el 100% de los conductores han acudido a sus puestos de trabajo.
Algunos viajeros han lamentado la falta de información respecto a los horarios de servicios mínimos. “He esperado más de media hora en la parada sin recibir ningún tipo de información. Luego el conductor me ha dicho que muchos vehículos no salen a su hora porque les tiran huevos en los cristales y les han roto varias lunas”, afirma Daniel López, de Coslada. La Consejería de Transportes ha confirmado varios incidentes en los que se han roto unas 20 lunas por lanzamiento de piedras en la jornada del jueves, sin que se hayan producido mayores consecuencias.
Hay previstas un total de 20 jornadas de paros, que afectan a las 32 empresas concesionarias y a los más de 600.000 viajeros que, de media, usan el bus interurbano diariamente en la Comunidad de Madrid, según ha apuntado la Consejería de Transportes (unos 800.000 según UGT). La huelga continuará los días 4, 5, 7, 8, 9, 10, y 11 de mayo entre la medianoche y las 10.00 y entre las 16.00 y las 21.00. Los días 14, 16, 17, 18, 21, 22, 23, 24, 25, 28, 29, 30 y 31 de mayo los paros serán totales y tendrán una duración de 24 horas.
Conflicto entre sindicatos
La huelga se convocó tras el rechazo que los empleados manifestaron hacia el preacuerdo presentado durante una asamblea el 26 de abril y que habían suscrito la patronal y los sindicatos CC OO y el SLT para firmar un nuevo convenio colectivo. El secretario del sector de Carreteras de UGT Madrid, Rafael Bonilla, ha explicado que los empleados consideraron “insuficiente” el preacuerdo, que CC OO y el SLT habían “organizado sobre todo el tema sindical”, como “la liberación de 3.000 horas", y que "querían el acuerdo a toda costa”. Por eso, para Bonilla, “CC OO y SLT andan manipulando y boicoteando la huelga, que sin embargo ha sido convocada por los tres sindicatos”. A este respecto, Fernando Muñoz ha resaltado que su sindicato "apoya la huelga, pero el derecho del trabajo es un derecho constitucional. Los piquetes informativos están para explicar y los trabajadores ejercen ese derecho o no".
Pese a que CC OO sí estaba a favor del preacuerdo firmado la semana pasada, acepta la "decisión democrática" que tomaron los trabajadores de ir a la huelga. Muñoz lamenta que no haya salido adelante el acuerdo para los próximos tres años, que en su opinión hubiese supuesto un incremento salarial de entre 50 y 60 euros al mes para cada empleado. “El preacuerdo incluía también mejoras sociales, como la jubilación parcial a los 61 años, la regulación del turno partido, las lactancias y el mantenimiento de las condiciones laborales en caso de subrogación”, destaca.
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