Martínez vuelve a votar con el PP y “ya no tiene cabida” en el grupo socialista
El presidente de la Diputación de Lugo, Darío Campos, avisa al alcalde de Becerreá de que en el PSdeG "tomarán las medidas que tengan que tomar"
“Vota un acuerdo con visos de manifiesta ilegalidad, por lo que creo que no tiene cabida en el grupo socialista y tomaremos las medidas que tengamos que tomar”, así de tajante se manifestaba el presidente de la diputación de Lugo, el socialista Darío Campos, con respecto al vicepresidente, Manuel Martínez, que volvía a votar con los populares, en este caso sobre el modelo de gestión de las residencias para mayores. Esta declaración de intenciones, que puede hacer saltar por los aires el gobierno provincial de Lugo, se producía tras otro pleno no exento de polémica donde los dos diputados del BNG se negaron a votar y abandonaron la sala.
Tan solo un único punto en el orden del día del pleno extraordinario, que había pedido el PP, sobre quien a de liderar la gestión de las residencias y donde se acordó, por trece votos a favor (12 del PP más Martínez frente a diez del grupo de gobierno socialista) darle para delante a “a la ratificación de eficacia en la encomienda de gestión de la entidad mercantil (del suelo provincial) SUPLUSA aprobada por el pleno (2010) y la declaración de continuidad como medio propio y servicio técnico de la institución provincial para la prestación de servicios sociales”.
Con ello recupera la delegación para la apertura de dichos centros para mayores, esta sociedad que preside el también alcalde de Becerreá, Manuel Martínez, al que el presidente Campos desoyó cuando pretendía intervenir ajustándose a que pertenece al “grupo provincial socialista”. Dicha encomienda había sido derivada a la junta de gobierno.
Concluida esta sesión, de casi una hora, el presidente de la diputación ha interpretado, por Martínez, que “una persona que vota en contra de nuestros mayores de la provincia, una persona a la que se le dieron suficientes oportunidades en este grupo socialista y se le ofreció llevar las residencias por vicepresidencia y vota un acuerdo con visos de una manifiesta ilegalidad no tiene cabida en el grupo socialista”, ha desvirtuado.
El portavoz del grupo de gobierno y secretario provincial del PSOE, Álvaro Santos, ya avanzaba en presencia de Campos que el partido “se pronunciara en los órganos del partido socialista”. “Dentro de los órganos que corresponden, con los compañeros que forman parte de los mismos se adoptarán las medidas que se consideren oportunas. La preocupación de los lucenses es que funcionen las residencias de la diputación. No es lo que le pasa al PSOE a nivel interno”, esgrimía.
Con todo sí que se afanó en dejar claro que el presidente provincial “cuenta” con su “apoyo personal y con el apoyo del partido socialista en la provincia, a todos los niveles, para la dirección y presidencia de la diputación provincial de Lugo”.
Desde el PP, tras este pleno, su portavoz, Elena Candia, no ha dudado en suscribir que “esto no es un gobierno, ni hay ningún tipo de entendimiento y esta provocando conflictos que la provincia paga caro”. “Pretenden convertir un problema político en un problema jurídico”, zanjaba tratando de responder a lo que había defendido Santos en el pleno que dicho acuerdo podía ser tachado de “ilegal”. En el BNG, cuyos dos diputados se negaron a votar y abandonaron la sala para evitar que fueran contabilizados esos votos como abstenciones, su portavoz, Xosé Ferreiro, ha tirado de “ideario” nacionalista señalando que las “diputaciones tienen los días contados”, al tiempo que ha lamentado la “imagen” que se traslada a la ciudadanía.
Se rompen así las costuras de un gobierno provincial que echaba a andar luego de una moción de censura a la popular Elena Candia que en el momento de la investidura se vio sorprendida con el voto de Martínez, en junio de 205, en que se votó a si mismo y luego en blanco, que posibilitó una efímera presidencia de los populares hasta que se presentó la moción de censura avalada por el alcalde de Becerrea con el respaldo también del bloque. Tras unos meses, se incorporó a Manuel Martínez al gobierno provincial, cuya estabilidad se ve sacudida por las discrepancias sobre el modelo de gestión de las residencias que programa la diputación de Lugo y que diseñó en su día el ex presidente, José Ramón Gómez Besteiro.
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