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La escuela pública perdió 340 grupos de P3 durante los años de recortes

Las asociaciones de padres denuncian que el cierre de líneas “no responde a una bajada demográfica, sino a una intención de privatizar la educación”

Jessica Mouzo
Alumnos de primaria en una escuela de Barcelona.
Alumnos de primaria en una escuela de Barcelona.ALBERT GARCIA

El inicio de la preinscripción escolar, que arranca el día 13, ha desenterrado el fantasma de la privatización de la escuela pública. Las familias, a través de Fapac, alertaron ayer de un trasvase de alumnos de la pública a la privada por el cierre de líneas en centros públicos “mientras se mantienen en la concertada”. La Fapac cifró en 551 los grupos de P3 perdidos desde 2011 en la pública. La Generalitat admitió que cerró 340 líneas en ese periodo, que coincidió con los años de los recortes.

El debate sobre el cierre de grupos escolares en P3 y primero de Secundaria (ESO) vuelve a estar sobre la mesa tras el anuncio ayer del Departamento de Enseñanza de la propuesta inicial de plazas —la oferta final se adaptará a las demandas recogidas en la preinscripción—: el próximo curso se cerrarán cinco grupos en P3 (dos en la pública y tres en la concertada) y aumentarán 75 líneas en primero de ESO (73 en la pública y dos en la concertada).

La Generalitat asegura que esta planificación escolar se adapta a la realidad demográfica y a la normativa vigente, pero las familias alertan de una privatización de la escuela pública. “El Departamento de Enseñanza intenta potenciar la concertada en detrimento de la pública”, advirtió ayer Belén Tascón, presidenta de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Cataluña (Fapac). La entidad aseguró que el cierre de grupos en la escuela pública “no responde a una bajada demográfica, sino a una intención de privatizar la educación”.

Tres institutos escuela y siete centros nuevos

El curso que viene contará con siete nuevos centros (una escuela y seis institutos) y tres institutos escuela en L’Hospitalet de Llobregat, Cerdanyola y Mataró.

La Fapac denunció, no obstante, el cierre de grupos de P3 en 12 escuelas públicas: la Virolet (Sabadell), la Àngels Alemany (Lloret de Mar), la Corbera (Corbera de Llobregat), tres centros de Mataró (Tomàs Viñas, Germans Bartomeu, Antonio Machado), la Joan Rebull y la Isabel Besora de Reus, la Ìtaca (Vilanova i la Geltrú), la Pinetons (Ripollet), la Castell Ciuró (Molins de Rei), la Saltells (Cerdanyola), la Riu d'Or (Santpedor) y el Malagridade Olot.

Enseñanza matizó alguno de los caso: en el Virolet (Sabadell) se ha cerrado un grupo “por problemas de espacio”, admitieron fuentes del Departamento. En las tres escuelas de Mataró donde la Fapac alertó de cierres, dos se convertirán en instituto escuela y “no se cerrarán grupos”; el tercero (Antonio Machado) tampoco pierde “ningún grupo”. "En el Ítaca se pierde pero se gana en la Ginesta", agregaron estas fuentes.

El Departamento dispone de unos 3.000 grupos de P3 cada año, algo más de 2.000 en la pública y alrededor del millar en la concertada (las cifras exactas oscilan cada año en torno a estas). Según las estimaciones de la Fapac, la escuela pública perdió 551 grupos de la pública desde el 2011, mientras que en la concertada solo redujeron 124 líneas en ese tiempo. “La variable demográfica no se tiene en cuenta en la concertada. En la pública se han hecho cierres y recortes por encima de lo que corresponde a la variable demográfica mientras que en la concertada se han mantenido líneas abiertas por encima de las necesidades”, denunció Tascón.

El Departamento, no obstante, salió al paso de estas acusaciones y aseguró que las cifras aportadas por la Fapac no se ajustan a la realidad. Según Enseñanza, de acuerdo con los datos de la oferta final, desde 2011, cuando se aplicaron los mayores ajustes presupuestarios, se cerraron alrededor de 340 grupos de la pública. “Cuando ha habido crecimiento, quien más se ha beneficiado ha sido la escuela pública”, apuntaron desde Enseñanza. El Departamento no facilitó los datos de cierres en la concertada.

La renovación de los conciertos educativos, que se firmó hace apenas unas semanas en el marco de la aplicación del artículo 155 de la Constitución, también ha soliviantado a las familias. Para empezar, la Fapac denunció ayer que el pasado curso, se concertaron 18 grupos más de los estipulados en la resolución de los conciertos firmada en 2014. Además, según la Fapac, “la previsión de los conciertos educativos para los años 2018-2022 es de 40 líneas más respecto a la modificación [de la resolución realizada] en el curso 2017-2018”. Esto implicaría, según la entidad que aglutina a la mayoría de las asociaciones de familias, que “el sistema concertado se está preparando para asumir los alumnos que debería asumir la educación pública”.

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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