Los fantasmas incordian al PP valenciano
Carlos Fabra, Alfonso Rus y José Joaquín Ripoll, símbolos del poder y la corrupción en el partido, reaparecen en una comisión del Parlamento autonómico
El PP de la Comunidad Valenciana ha tenido que enfrentarse este jueves, otra vez, al pasado. Carlos Fabra, Alfonso Rus y José Joaquín Ripoll, antiguos presidentes de las Diputaciones y del partido en las provincias de Castellón, Valencia y Alicante respectivamente, símbolos del poder que la formación mantuvo durante 20 años y del deshonroso final de aquel ciclo político por su implicación en graves causas de corrupción, han comparecido uno detrás de otro en una comisión de investigación de las Cortes Valencianas
El asunto que investiga la comisión, la costosa ampliación de Feria Valencia, era lo de menos, como ha lamentado el portavoz del PP Fernando Pastor en su primera pregunta a Rus, aludiendo a la decisión del resto de partidos de haberlo llamado a declarar: "Todos sabemos que si usted no se llamara Alfonso Rus no estaría aquí, porque usted entró en el patronato de Feria Valencia cuando ya habían acabado las obras, accedió a la institución solo por su cargo institucional y, según consta en las actas, no asistió a ninguna reunión". El comentario sobre la futilidad de lo que el también exalcalde de Xàtiva tenía que decir sobre Feria Valencia ha resultado extrapolable a Ripoll y a Fabra.
Los tres han comparecido con aire de estar de vuelta, en modo jubilado, como se ha descrito Rus. Expulsados del PP, centrados en sus problemas judiciales, sin ganas de montar follón, y aun así reivindicando su época y mostrando que guardan unas gotas de veneno sobre todo para el que fue su partido.
El más directo al respecto ha sido Fabra. ¿Cómo ve al Partido Popular?, le han preguntado. "Regular tirando a peor por muchas cosas. Por ejemplo, por no resolver los temas cuando se tenían que resolver", ha dicho el expresidente de la Diputación de Castellón que se aferró al cargo durante casi una década tras ser imputado por varios delitos y acabó siendo condenado a cuatro años de cárcel por delito fiscal. Fabra todavía tiene abiertas dos causas judiciales.
Rus ha empezado más conciliador, pero a preguntas del diputado socialista José Muñoz ha acabado lanzando una acusación mucho más grave, al sostener que su partido amañó el congreso regional que en 2012 convirtió en presidente regional a Alberto Fabra para maquillar el malestar orgánico. "Yo movilicé un 40% del voto de la militancia (contra Fabra), lo que pasa es que después hubo arreglos" que redujeron la abstención al 18%, ha dicho el expresidente de la Diputación de Valencia. Rus fue detenido en 2016 por la policía, acusado de malversación, cohecho, tráfico de influencias, blanqueo, pertenencia a organización criminal y otros delitos.
Fabra y Rus han elogiado al expresidente de la Generalitat valenciana Francisco Camps. En unas declaraciones muy parecidas, ambos han asegurado que pondrían "las manos en el fuego por Camps", acuciado por dos causas judiciales relacionadas con el Gran Premio de Fórmula 1 de Valencia y otra por la visita del Papa a la ciudad. "Es una persona íntegra y honrada", ha añadido Fabra, que ha indicado que lo llama "cada 15 o 20 días para darle un abrazo muy fuerte".
El único que no ha querido poner la mano en el fuego por Camps ha sido Ripoll, el hombre que, según la Fiscalía, solo sacó 20 euros del cajero durante dos años y medio, y se enfrenta a una petición de pena de 16 años de cárcel por cinco delitos. Ripoll ha recordado las relaciones "tirantes" que mantuvo con el expresidente de la Generalitat y su círculo.
Rus y Fabra han restado credibilidad a la declaración judicial del ex número dos del PP de la Comunidad Valenciana Ricardo Costa, que en la Audiencia Nacional ha admitido la financiación ilegal del partido y ha implicado en ella a Camps y al expresidente de la Diputación de Castellón.
Ambos se han jactado, en cambio, de haber rechazado el intento de Álvaro Pérez, El Bigotes, de introducir a la trama Gürtel en sus territorios. Rus ha contado que la organización provincial que dirigía solo pagó una factura de Pérez, que El Bigotes les remitió por importe de 30.000 euros del que solo le abonaron la mitad. Fabra ha afirmado que "alguien del PP regional", cuyo nombre ha dicho no recordar, le pidió que se reuniera con Pérez, interesado en hacer el expositor de la Diputación de Castellón en la feria turística Fitur. "Nos presentó el presupuesto de un stand que era ocho veces más caro que el que teníamos, y no nos dignamos ni a contestarle".
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