Carmena atribuye a la libertad de expresión las críticas de sus ediles a la policía

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, reaccionó este lunes a la crisis de Lavapiés —el barrio que registró graves disturbios la semana pasada tras la muerte fortuita de un inmigrante— evitando desautorizar a los ediles de su equipo que vincularon la muerte del inmigrante a una operación policial. Carmena amparó las declaraciones de esos concejales en la "libertad de expresión". Elogió la actuación de la Policía Municipal, aunque lamentó la querella que sus sindicatos interpondrán. La alcaldesa no admitió errores. La actuación municipal fue "correcta", dijo.

Agentes de la Policía Municipal fueron los primeros en asistir a Mame Mbaye, senegalés de 35 años, en los momentos críticos de su fallecimiento. Estaban patrullando durante la tarde del pasado jueves el barrio de Lavapiés cuando "numerosos ciudadanos" pidieron su auxilio, según el atestado policial. Los condujeron adonde el hombre yacía, en plena calle. Los agentes intentaron reanimarlo pero sin suerte. Cuando los amigos y vecinos vieron a los policías rodear el cadáver, prendió la mecha de la protesta: comenzó a correr el rumor de que Mbaye, que trabajaba habitualmente como mantero, había muerto de un infarto tras una persecución policial.

En esos delicados momentos, la alcaldesa se encontraba en París para asistir a una conferencia sobre el calentamiento global. Supo de la muerte de Mbaye y de las protestas sobre las 20.30, según dijo este lunes. Entonces se puso en contacto con la primera teniente de alcalde, Marta Higueras, y el resto del equipo de Gobierno. Sobre las 22.00, los agentes redactaron su atestado, el primer documento oficial de ese día, que señalaba que el fallecimiento había sido fortuito, desvinculándolo de una supuesta persecución.

Rumores publicados por webs afines a los sectores anticapitalistas, y recogidos también por algunos medios y agencias que citaban fuentes policiales, apuntaron sin embargo a una huida desesperada del vendedor ambulante. Nadie del Gobierno local desmintió esa tesis oficialmente hasta las 14.00 del día después, cuando el delegado de Seguridad, Javier Barbero, explicó lo ocurrido y habló tajantemente de muerte accidental. Los enfrentamientos y disturbios de Lavapiés, mientras, ya habían desembocado en otra crisis de la coalición de Gobierno local de Ahora Madrid, liderada por Podemos.

El sector anticapitalista de esa coalición, Ganemos, dirigió sus críticas contra el Ejecutivo y la policía. La edil Montserrat Galcerán escribió en Twitter que el Ayuntamiento "criminaliza a los pobres" y abogó por "investigar las circunstancias" de la muerte de Mame Mbaye, poniendo en entredicho la versión oficial del gobierno municipal. Una petición respaldada por altos cargos de Podemos, como el madrileño Ramón Espinar.

Otra edil, Rommy Arce, comparó la muerte de Mbaye con las de Lucrecia Pérez (asesinada por jóvenes de ultraderecha en 1992) y Samba Martine (fallecida en 2011 en un centro de internamiento de inmigrantes tras no recibir atención médica), calificando a los tres de "víctimas de la xenofobia institucional y de un sistema capitalista que levanta fronteras interiores y exteriores". El cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, llegó a responsabilizar directamente a la policía de la muerte de "un migrante perseguido". "Cuánto dolor innecesario", escribió en las redes sociales. Los sindicatos policiales anunciaron medidas legales por "injurias" contra esos dirigentes.

Carmena evitó este lunes desautorizar a sus ediles. Manifestó su "apoyo" y "elogio" hacia la Policía Municipal, pero consideró que los comentarios de los miembros de su Gobierno pertenecen a la esfera de la "libertad de expresión". "Cualquier concejal está en derecho de expresar lo que le parezca", dijo. Y dejó claro que no piensa exigir responsabilidades políticas: "¿Dimisiones? ¿Por qué?Nadie ha tenido una actitud que genere algún tipo de reproche".

Dimisiones

Quién sí exige responsabilidades es el PP, capitaneado en el Ayuntamiento por José Luis Martínez-Almeida. El concejal acusa a los ediles de Ahora Madrid de haber "alentado" los disturbios y cree que el delegado de Seguridad debe dimitir. Begoña Villacís, de Ciudadanos, tacha de "falta de responsabilidad" la actuación de los ediles de Ahora Madrid, y la socialista Purificación Causapié sostiene que el equipo de Carmena reaccionó demasiado tarde.

Según la versión de la alcaldesa, el Gobierno convocó una rueda de prensa —para explicar que el deceso no tenía nada que ver con una operación policial— después de recibir en la mañana del viernes el informe del Samur, el servicio de emergencias. A partir de ese momento, explicó Carmena, contaron con todos los elementos para ofrecer información y dar "solemnidad" a la convocatoria, a la que acudió también el concejal del distrito Centro, Jorge García Castaño. Este afirmó que Mame Mbaye era una "víctima del capitalismo".

Ese mismo viernes, en la plaza de Nelson Mandela, en Lavapiés, ardía la ira de la protesta de centenares de vecinos. Hubo heridos, lanzamiento de sillas y piedras contra un cónsul de Senegal. La tensión desembocó en destrozos y en enfrentamientos verbales entre los manifestantes y otros vecinos. Pero este lunes la alcaldesa incidió en que "la gestión del Ayuntamiento fue correcta". "Hicimos lo que hay que hacer y lo más importante es saber que se había atendido [a Mbaye]", afirmó.