Atasco burocrático en los túneles de Madrid
Ocho galerías permanecen cerradas al tráfico desde hace semanas porque la concesionaria y el Ayuntamiento no se ponen de acuerdo en su reparación
Ocho túneles permanecen cerrados al tráfico en Madrid desde hace semanas, e incluso meses, lo que provoca el desconcierto de los conductores y agrava los atascos. Seis padecen cortes parciales (Sor Ángela de la Cruz, Azca, Puerta de Toledo, plaza de Castilla, República Argentina y calle del Comercio) y otros dos (Pío XII y Alfonso XIII) siguen clausurados por completo. Las lluvias y las consiguientes filtraciones de agua han obligado al Consistorio a cerrar o mantener sin uso los pasos por “seguridad”, aunque se desconoce cuál es la situación concreta de cada uno de ellos.
Ayuntamiento y Dragados (ACS), que se encarga del mantenimiento de las estructuras, guardan silencio o son parcos en sus declaraciones.
Algunas fuentes aluden a que ambas entidades habrían negociado la resolución del contrato de mutuo acuerdo. Sin embargo, el Consistorio lo niega, aunque admite que en 2017 se “valoró la posibilidad de llegar a una resolución de mutuo acuerdo”, pero finalmente no se realizó ninguna “actuación administrativa formal”, por lo que “no se estuvo a punto de cancelar” nada.
El mantenimiento de los 30 túneles de más de 300 metros en la capital fue adjudicado a Dragados por el gobierno de Ana Botella (PP) en 2014, por 260 millones. Se divide en tres lotes, uno por cada zona de la ciudad. El acuerdo incluye la gestión, conservación y renovación de pavimentos de las vías públicas; la conservación integral de estructuras y obras de paso y la adecuación y reforma de la vías y espacios públicos. Sin embargo, Dragados no está obligada, según el pliego de prescripciones técnicas, a mantener los revestimientos de los pasos ni la limpieza de los drenajes. Dos problemas que tampoco aborda el contrato que el Consistorio adjudicó, también en abril de 2014, a la UTE Luz Madrid Centro, que se encarga de la gestión integral y energética de las instalaciones por 258 millones durante ocho años.
Los contratos de mantenimiento expiran en 2022. Sin embargo, en febrero el Ayuntamiento intentó recuperar la gestión de nueve túneles gestionados por Dragados. El gobierno municipal consideró que la empresa había sido “negligente” en el mantenimiento de los pasos, aunque reconoce que la compañía no ha incumplido los convenios.
El Consistorio tomó la decisión de retirar la concesión de forma temporal para realizar las obras necesarias. Dragados recurrió y los jueces paralizaron la medida de forma cautelar al considerar que la propuesta afectaba “a la libertad de empresa” y que podría “causar perjuicios al interés general”. El Ayuntamiento apeló, pero los magistrados mantuvieron su criterio.
Una fuente del caso afirma que, antes de que el equipo de Manuela Carmena procediera al “secuestro temporal”, las partes implicadas mantuvieron contactos para tratar de desbloquear la situación. La intención del Ayuntamiento era resolver el contrato, lo que explicaría que la empresa no haya sido sancionada previamente por el “negligente” mantenimiento. Para que sea posible una resolución acordada no puede existir penalización a la adjudicataria. Una situación que se volvió en contra del Consistorio cuando intentó recuperar la gestión de los pasos, ya que los autos judiciales indican que en ningún momento se alertó a la empresa de que estaba incumpliendo.
El cierre de túneles se ha convertido en un problema para el tráfico que comienza a enquistarse sin que ninguna de las partes implicadas explique qué está pasando. Los madrileños sufren retenciones diarias en los pasos y muchos conductores se quejan de que las rutas alternativas retrasan notablemente sus trayectos. No se han implementado opciones de transporte público para aliviar la situación ni se conoce el tiempo que van a permanecer clausurados. Tampoco en qué situación se encuentra cada túnel.
El director general de Espacio Público, Obras e Infraestructuras del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Infanzón, reveló el 24 de enero en la comisión de Urbanismo que el Consistorio ha analizado la casuística de cada paso y que los problemas son “muy diversos”. Y afirmó: “Hay túneles muy antiguos, hay otros problemas que han sido provocados por obras de superficie, como el actual de Pío XII, y otros solo tienen filtraciones puntuales”.
El Ayuntamiento de Madrid no ha hecho públicos estos informes, que considera “documentos de trabajo”. Con ellos, explica una portavoz municipal, tratan de tener “un diagnóstico certero de la situación de forma pormenorizada”.
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