El carril bici se atasca en Chamberí
El foro local impide la asistencia a una sesión a vecinos que piden revertir la vía ciclista de Santa Engracia
Un abrir y cerrar de ojos. Ese fue el tiempo que permaneció este viernes una decena de vecinos en el foro local de Chamberí. Sara Díaz, presidenta de este órgano de participación en ausencia de la concejal Esther Gómez (Ahora Madrid), les señaló la puerta de salida poco antes de comenzar la sesión. “El reglamento no permite público en la comisión permanente”, se excusó. Los vecinos abandonaron la sala protestando, sin saber qué va a suceder con su propuesta de revertir el carril bici de Santa Engracia. En el foro local del lunes ganaron una votación no vinculante para eliminarlo, pero el jueves el Ayuntamiento manifestó que eso era “inviable”.
El Reglamento de Funcionamiento de los Foros Locales de los Distritos de Madrid señala que la comisión permanente, en la que hay un representante de cada grupo político, es la máxima instancia entre sesiones plenarias (la próxima tendrá lugar el 2 de marzo), fija sus miembros y niega la participación de aquellas personas que no estén inscritas. Sin embargo, no dice nada de que la comisión permanente, que eleva propuestas a la Junta Municipal del Distrito, tenga que celebrarse a puerta cerrada. “Hemos asistido a otras permanentes y no ha habido ningún problema. Ha sido una interpretación torticera de las reglas que ya traían preparada”, se ha quejado Alejando González, miembro de la asociación Chamberí Se Defiende, partidaria de eliminar el carril bici.
“Ante la propuesta de los vecinos de eliminar el carril bici nos hemos encontrado un foro blindado. Me parece que se ha hecho una interpretación rigurosa del reglamento”, ha denunciado Pedro del Corral, concejal del PP y otra de las personas que ha tenido que abandonar la sala. “Cuando la gente se pone en contra de Ahora Madrid, ya no hay ni participación ni democracia”, ha insistido Del Corral. Una portavoz del Ayuntamiento remite al artículo 7 del reglamento. Y explica: “La comisión permanente es una reunión de trabajo, equivalente a una junta de portavoces. Si alguien desea asistir debe pedir que se le invite con antelación”. El jueves, el Gobierno municipal consideró que la propuesta de eliminar el carril bici, votada en el foro de participación organizado por el propio Consistorio, era "inviable". “Pedimos que se respete lo que votamos”, exclama Belén Arsuaga, que vive en la zona.
1,4 millones de inversión
En opinión de Arsuaga, esta vía ciclista segregada “no es segura”. Y explica: “Los conductores no tienen conciencia de que los coches comparten el espacio con los ciclistas, y eso es peligroso. Solicitamos que nuestra propuesta se eleve a instancias superiores y que los técnicos municipales la analicen, aunque creemos que estos también pondrán pegas”. Las primeras han sido avanzadas por la propia comisión permanente y tienen que ver con la votación. Para algunos de sus miembros el plebiscito del lunes, no vinculante, fue “ilegítimo” porque se trató de una reunión “tensa” en la que hubo insultos. Así lo ha relatado la presidenta de la mesa, Sara Díaz, según uno de los asistentes a la comisión de este viernes. Según la versión de esta persona, Díaz habría tratado de “deslegitimar” la votación porque “los acuerdos de los foros deben debatirse y aprobarse por consenso”. Este periódico no ha conseguido la versión de la presidenta accidental.
La propuesta vecinal fue aprobada el lunes por 30 votos sobre 20 en el foro de participación. La idea, antes de ser elevada a los presupuestos participativos, dotados este año con 100 millones, debe pasar por un análisis de viabilidad técnico. Sin embargo, el jueves, el concejal de Participación, Pablo Soto, adelantó que los vecinos de Chamberí debían olvidarse de que su proyecto salga adelante. El Ayuntamiento también se negó a realizar una consulta ciudadana, que tampoco hizo con el corte de tráfico de Galileo, aunque pilotó un proceso participativo en el que votaron 34 personas.
Soto defendió que la obra del carril bici se ejecutó a través de un paquete de inversiones llamadas financieramente sostenibles (IPF). Estas inversiones, que no comportan gasto corriente, obligan el Ayuntamiento a mantenerlas durante un plazo de cinco años, según Soto. Por tanto, la petición de revertir el carril bici, que costó 1,4 millones y tiene un recorrido de dos kilómetros, no puede prosperar. González, de Chamberí Se Defiende, contradice al edil. “No es cierto que las IPF deban mantenerse cinco años. Solo se hace así para evitar que las Administraciones incluyan como tal mobiliario urbano con una vida corta”. La polémica está servida porque los vecinos de Chamberí han prometido seguir luchando: “Para eso ganamos unas votaciones”.
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