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Los exdirigentes de IU-Madrid ofrecen “diálogo honesto” al PSOE

En un comunicado hablan de diálogo "sin condiciones para construir programa y unidad de las izquierdas"

José Manuel Franco agradece los aplausos tras ser elegido nuevo secreteario general del PSM.
José Manuel Franco agradece los aplausos tras ser elegido nuevo secreteario general del PSM.Jaime Villanueva

La mayoría de los dirigentes de la desparecida IU-Madrid, expulsada de IU durante la época de Cayo Lara, se muestra dispuesta a establecer un "diálogo honesto" con los actuales dirigentes del PSOE-M, después de que estos anunciasen su intención de integrar en sus listas en la región a exidirigentes de la formación de izquierdas. Un diálogo, señalan en un comunicado enviado a EL PAÍS, "que debe realizarse sin condiciones para construir programa y unidad de las izquierdas, conscientes de las necesidades y demandas de los sectores más débiles y maltratados de la sociedad".

A los afiliados de la depurada IU-Madrid (unos 5.000 en la región depurados poco antes de que el coordinador federal, Alberto Garzón, se hiciese con el poder en junio de 2016), no les gusta que algunos exdirigentes de la formación hayan decidido apoyar al PSOE-M, tal y como publicó EL PAÍS el pasado lunes.

En un comunicado enviado a este periódico, señalan que se trata de respetables declaraciones personales (el ex coordinador regional Gregorio Gordo admitió que mantenía conversaciones para integrarse en el PSOE) "que no han sido debatidas ni acordadas en el seno de los diversos colectivos en los que se han organizado las más de las 5.000 personas expulsadas por la dirección federal encabezada por Alberto Garzón".

Fuentes socialistas señalaron la intención del partido liderado en la Comunidad de Madrid por José Manuel Franco de mantener conversaciones con algunos ex altos cargos de IU. Los socialistas adelantaron la posibilidad de que algunos dirigentes pudiesen entrar a formar parte del equipo del PSOE-M.

Destacados miembros de la antigua afiliación de la denominada IUCM precisan en su comunicado que "el diálogo y la unidad de las izquierdas debe partir de otra realidad, la que se deriva de un proceso abierto y plural que trascienda a las cronologías personales y se asiente en contrastar proyectos e ideas capaces de suscitar el apoyo social, político y electoral de la mayoría de la sociedad progresista".

Los exdirigentes de IU afirman que no pretenden "afear la conducta de ningún cargo o ex dirigente de la antigua IUCM; únicamente queremos cambiar de ritmo y pedir al PSOE y a cuantos grupos y personas se sientan parte de un proyecto plural de progreso, abrir un diálogo honesto".

Este diálogo, dicen, "debe realizarse sin condiciones para construir programa y unidad de las izquierdas, conscientes de que las necesidades y demandas de los sectores más débiles y maltratados de la sociedad, y en general todo el amplio colectivo progresista encuentre un lugar, unas ideas y una estrategia de colaboración de las izquierdas capaces de suscitar el apoyo de las trabajadoras y trabajadores de la mayoría de la comunidad madrileña".

Cuando IUCM fue expulsada de IU, recuerdan en su comunicado, "dijimos que la aventura activada por Garzón y la mayoría del grupo dirigente conducía a IU a su inevitable disolución". La dirección de IU aprobó la expulsión de la federación madrileña en junio de 2015. Y ya entonces se habló de "divorcio" entre federaciones, sobre la base de "diferencias políticas de fondo".

La apuesta de Garzón de unidad de acción con Podemos sigue siendo, en opinión de estos exdirigentes de IU, de "dudosa naturaleza ideológica y de trayectoria política ajena a la más elemental cultura de izquierdas". Recuerdan en el comunicado que se opusieron a convergencias "precipitadas y oportunistas, exigidas por el apaño y la reubicación electoral que por la necesidad de construir un programa de cambio y transformación de las izquierdas". El resultado de esa operación, subrayan, fue "la calumnia y la difamación hacia la militancia de IUCM".

Pieza clave en el Consistorio

Izquierda Unida y sus tres concejales —Mauricio Valiente, Carlos Sánchez Mato y Yolanda Rodríguez— desempeñan un papel clave en los equilibrios de la coalición que aupó a Manuela Carmena a la alcaldía de la capital en 2015. Sus toques de atención han determinado algunos de los momentos más tensos del gobierno local en estos dos años. En otros casos, su apoyo ha sido esencial para la estabilidad del proyecto liderado por la ex juez. A medida de que se acercan las elecciones municipales, sin embargo, IU ha subido el tono de su crítica y parece distanciarse cada vez más del partido de Pablo Iglesias. El cese de Sánchez Mato de la concejalía de Economía por rechazar el plan de ajuste pactado con Cristóbal Montoro ha elevado las tensiones. Asimismo, IU exige celebrar primarias abiertas para la nueva lista electoral, mientras que Podemos y la regidora abogan por una lista cerrada y aprobada por cada sigla de la coalición. También en la Comunidad, los portavoces Valiente y Sol Sánchez han lanzado una campaña para sumar fuerzas, siguiendo el modelo de primarias que permitió ganar la alcaldía de Madrid.

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