El secesionismo vuelve a la casilla de salida y ‘abraza’ a la CUP
Junts per Catalunya reclama a Rajoy que restituya al Govern y acepte el diálogo con Puigdemont
“Hemos obtenido 70 escaños”, alegaron ayer los portavoces de Junts per Catalunya, Eduard Pujol y Elsa Artadi, después de reunirse con Carles Puigdemont, huido en Bruselas, y en referencia no solo a sus escaños sino también a los de Esquerra Republicana y la CUP. Ambos reclamaron al Gobierno que restituya al destituido Govern y a Puigdemont. “Con quien debe hablar Rajoy es con la amplia mayoría soberanista que hemos obtenido 70 escaños”, insistieron.
El independentismo, a tenor de las declaraciones de Pujol y Artadi, tiene pensado hacer valer la mayoría parlamentaria de 70 escaños, que no en votos, lograda en las pasadas elecciones: Junts per Catalunya (34), Esquerra Republicana (32) y la CUP (cuatro). Elsa Artadi, jefa de campaña de JxCat y diputada electa el pasado jueves, se desplazó ayer a Bruselas junto con el portavoz de la candidatura, Eduard Pujol, también diputado electo, para valorar con Puigdemont el resultado del 21-D. A la vuelta hicieron un análisis del encuentro en el aeropuerto de El Prat.
Pujol reclamó a Mariano Rajoy “diálogo, diálogo y diálogo sin condiciones”. Artadi fue más allá: “La apuesta ilegítima de Rajoy ha perdido las elecciones. Por eso pedimos la reparación y la restauración del Gobierno legítimo de Cataluña, porque hay 78 diputados que están en contra del artículo 155”.
La diputada independentista sumaba al bloque secesionista los ocho parlamentarios de Catalunya en Comú-Podem, que al igual que el partido hermano en España liderado por Pablo Iglesias se opuso en el Senado a la intervención de la autonomía, que sí aprobaron PP, PSOE y Ciudadanos después de la proclamación de la independencia del pasado 27 de octubre.
“Ha sido una victoria extraordinaria de los partidos independentistas y por eso nuestro objetivo es la restitución del Gobierno legítimo de la Generalitat”, insistió Artadi. La futura diputada obvió que sobre Puigdemont y todo el Govern pesa una investigación del Tribunal Supremo y que si el presidente destituido y los cuatro consejeros que huyeron con él a Bruselas regresan a España serán detenidos por orden del juez Pablo Llarena y muy probablemente encarcelados, que es lo que ya sucedió con los otros ocho miembros que optaron por quedarse.
Dos de ellos, el exvicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, y el exconsejero de Interior, Joaquim Forn, continúan en la prisión de Estremera. Eduard Pujol también ignoró ese hecho al llegar de Bruselas, y expresó su “convencimiento de poder construir un nuevo país con la recuperación de la libertad”.
En su opinión, el resultado de las elecciones del pasado día 21 expresó una “contundencia sin dudas” que resumió en forma de resultado: “Rajoy 3 y Puigdemont 34”, en alusión a los diputados obtenidos por el PP y Junts per Catalunya. Eso obliga, insistió Pujol, a que sea “abolido con mucha prisa el artículo 155” y que el Gobierno de Rajoy “se deje de frivolidades y se siente a dialogar, que es lo que pide Puigdemont desde el corazón de Europa”.
Pese a esas declaraciones contundentes, la vuelta atrás del secesionismo lo coloca en una posición más débil de la que tenía el 27 de octubre, cuando el Parlament desoyó todos los requerimientos del Tribunal Constitucional y cuatro de los siete partidos de la Cámara y optó por proclamar que rompía con España, aunque horas antes Puigdemont estuvo a punto de convocar elecciones.
La fotografía surgida del 21-D es muy parecida a la que había antes de su disolución, con la diferencia de que el partido más votado ha acabado siendo Ciudadanos (37 diputados) porque fue imposible pactar una candidatura conjunta como fue Junts pel Sí en 2015 y que agrupó a la extinta Convergència Democràtica y a Esquerra.
“La república”
La tesis del independentismo pasa por “desarrollar la república”, en palabras pronunciadas por el propio Puigdemont el pasado viernes y por los diferentes líderes secesionistas durante la campaña electoral, algo que no se sabe bien en qué consiste ni concretan.
[Cuando se imponga la realidad y se demuestre la imposibilidad de investir de nuevo a Puigdemont como presidente y de restituir a todo aquel Govern, queda por ver si Esquerra y Junts per Catalunya optan por presentar un candidato alternativo a la Generalitat que pase página y que haga posible ese diálogo con Rajoy que ayer reclamaron. En ese escenario es muy posible que no contarán con el apoyo de la CUP, y pasaría entonces por atraerse el voto de los ocho diputados de los comunes con la promesa de aplicar las políticas sociales que se aplazaron en la pasada legislatura ante la prioridad del referéndum.
“Sumar sensibilidades para revertir los efectos del 155, pero también para implementar políticas sociales”, aseguró el viernes Marta Rovira. Son dos reclamaciones que comparte Catalunya en Comú-Podem, el partido que lidera Xavier Domènech, pero esa formación ya ha anunciado que rechazan dar estabilidad a un gobierno secesionista y que su apuesta es dar un giro radical a las prioridades del Govern con el objetivo de acabar con los recortes sociales de los Gobiernos de Puigdemont y Artur Mas y pactar un referéndum con el Ejecutivo del PP.
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