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Urnas vacías en las cárceles catalanas

Barcelona pone en marcha una campaña para que los presos vayan a votar y aumente su participación

Alfonso L. Congostrina
En el centro penitenciario de mujeres de Wad-Ras hay reclusas 269 internas
En el centro penitenciario de mujeres de Wad-Ras hay reclusas 269 internasAlbert García

5.553.983 electores están llamados a elegir al próximo presidente de la Generalitat de Cataluña. Los partidos han marcado a fuego las diferencias entre el eje independentista y el constitucionalista. Todas las formaciones apuestan, al menos públicamente, por animar a una alta participación pese a que saben que no a todos les beneficia. El colectivo que con total seguridad presentará unos índices de participación escasa será el de los privados de libertad en la decena de cárceles catalanas.

Un informe diseñado por el Observatorio del Sistema Penal y los Derechos Humanos de la Universidad de Barcelona (UB) sostiene que la participación entre la población reclusa en los comicios electorales —en los que participan solo mediante el voto por correo— es siempre excepcional. El informe ejemplifica: “En el año 2011 sólo 3.600 personas reclusas solicitaron el voto por correo en las elecciones generales y unas 2.000 en las municipales y autonómicas del mismo año. Los datos reflejan una ínfima participación atendiendo que en mayo de 2011 había cerca de 74.000 personas presas (en toda España) lo que representa un 2,6% y un 1,5% de participación”.

En Cataluña, la competencia de los centros penitenciarios es de la Generalitat. Una portavoz del departamento de Justicia asegura: “La participación de los internos (en cárceles catalanas) en los comicios electorales no es una cifra que nos interese dentro de nuestro trabajo enfocado a la reinserción. Es una cifra que desconocemos”. Pese a ello, las cifras de la población reclusa en Cataluña pueden dar alguna idea de la futura participación. A principios de diciembre en Cataluña había 8.474 presos de los que 4.807 tienen nacionalidad española y —por lo tanto pueden votar en estos comicios— y 3.667 tienen nacionalidad extranjera. A los internos se les empadrona en la cárcel en la que se encuentran por lo que en unas elecciones municipales algunos de los extranjeros también podrían participar escogiendo al alcalde del municipio donde se encuentre ubicada la cárcel. Servicios penitenciarios de la Generalitat también remarcan que algunos presos, “muy pocos”, tienen sentencias que les restringe el derecho a votar en comicios durante el plazo que dure la condena. “Un mes antes de las citas electorales se colocan diversos carteles en los tablones informativos de los diferentes módulos alertando que van a celebrarse unas elecciones. Los presos que quieran participar en los comicios deben apuntarse en una lista y entonces la dirección del centro comprueba que su documentación está en regla para poder participar”, asegura la portavoz del departamento. Este sólo es uno de los primeros obstáculos a los que tendrán que hacer frente los internos.

El director de la prisión reclamará entonces la presencia de un funcionario de correos que irá hasta en tres ocasiones a cada centro. La primera será informativa y acudirá con los impresos de inscripción. En la segunda visita aportará la documentación —es decir las papeletas electorales de todos los partidos que se presentan en la circunscripción electoral— y en una tercera recogerá los votos de los internos. “Pese a que en alguna ocasión, partidos políticos nos han pedido celebrar mítines en prisión siempre se ha negado la autorización porque no todas las formaciones lo harían y por tanto no llegarían todos los mensajes. Pese a ello, los internos se informan por los medios de comunicación”. En la actualidad, en la ciudad de Barcelona, además de centros abiertos a los que sólo acuden los reclusos a dormir, la única cárcel que se mantiene es la de mujeres (Wad-Ras). A principios de mes, había 269 mujeres. Pese a la poca población reclusa, todos los partidos políticos del Consistorio (con excepción de Ciudadanos y PP) se comprometieron el 5 de diciembre a impulsar una campaña para facilitar que los reclusos participen en elecciones.

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