Cataluña vista por sus jóvenes

Para Aritz Bel, de 20 años y votante de Esquerra Republicana, el día más duro del procés fue la jornada en la que Carles Puigdemont estuvo a un paso de renunciar a la proclamación unilateral de independencia y de convocar elecciones. Por el contrario, Roberto de Godos, de 18 años, espera que en 20 años el "separatismo" haya terminado e imagina su futuro en una Cataluña dentro de España, cuya bandera, dice, representa su pluralidad. Su papeleta irá para Ciudadanos.

Aritz y Roberto, junto a cinco jóvenes más, han intercambiado su punto de vista sobre la tensa situación política que ha vivido Cataluña en los últimos meses en un debate organizado por EL PAÍS este martes grabado en los estudios de la Cadena SER en Barcelona. De los cinco millones y medio de catalanes llamados a las urnas este jueves, 700.000 son jóvenes, ha recordado el periodista y moderador del debate Carlos Córdoba, que ha añadido que el 40 % de ellos aún no tiene decidido su voto.

Aplicación del 155

El uso de este artículo de la Constitución ha sido uno de los puntos del debate que ha generado más discusión. Álex Terren (21 años), simpatizante del PSC, cree que su aplicación era indispensable para "romper la crispación y formar un nuevo gobierno". Mireia Boix, sin embargo, que votará por primera vez en unas elecciones y lo hará por Catalunya en Comú-Podem, le reprocha a Álex que el 155 "no es dialogar". Como insiste su candidato, Xavier Domènech, en los debates televisivos Boix, de 19 años, asegura que no le gustan los bloques y apuesta por poner en el centro de los programas las políticas sociales.

María Eugenia Urgellés es militante del Partido Popular y asegura que, para ella, defender el 155 "no ha sido nada fácil". Esta chica de 20 años explica que ha pasado "miedo" por ser la única en su universidad que defendía esta tesis y comenta que ha recibido algunos mensajes intimidatorios por parte de algún compañero. "Lo he vivido con preocupación, pero no con miedo", comparte Mireia. Para Josep Maria Ballesteros, de 20 años y votante de la CUP, no hay diálogo posible con el Estado y apuesta por la vía unilateral para "materializar" la República, que él considera que ya se votó el 1 de octubre.

¿Existe el adoctrinamiento?

Ciudadanos centra gran parte de su discurso en asegurar que las escuelas catalanas "adoctrinan". Los siete jóvenes votantes, sin embargo, han coincidido en afirmar que no han vivido nunca ninguna situación parecida. También lo dice Roberto, aunque añade que "hay niños de tres años que se les lleva a cantar a favor de los presos políticos".  Para Aritz (ERC) el catalán "es el mayor tesoro que tenemos". También, Álex (PSC) defiende el actual sistema de inmersión lingüística, y afirma que "no se puede manchar todo un sistema por tres casos puntuales". Un hecho, dice este joven, que genera una fuerte crispación. 

Fernando y Álex (Junts per Catalunya y PSC) ponen en valor el uso del catalán en las aulas porque, dicen, no conocerían esta lengua, ya que con su entorno hablan castellano. "Si hubiese adoctrinamiento todos pensaríamos igual y nosotros siete somos ua prueba de que esto no es así", zanja el votante de la lista de Carles Puigdemont. Roberto apuesta por imitar el modelo de educación de Finlandia con un consejo formado por expertos que deciden las políticas a tomar y Eugenia opina que el castellano debería tener más protagonismo en las aulas.

Los participantes del debate acuerdan que el antiguo Gobierno de la Generalitat no ha hecho lo suficiente para mejorar la situación laboral de los jóvenes. "Es deleznable que Puigdemon no se sepa el dato de paro juvenil", comenta Álex de una cifra que se sitúa en el 30,26 %, según la última Encuesta de Población Activa (EPA). Aritz expresa que con una República se pueden sentar unas bases para mejorar el salario mínimo y las condiciones de trabajo.

Josep Maria (CUP) entiende la independencia como el camino para hacer un "proceso constituyente", donde las condiciones de trabajo de las clases populares "tengan prioridad". Mireia denuncia que, según ella, el 75% del sueldo de los jóvenes se destine a pagar el alquiler y critica que los jóvenes no tengan una vida "digna".