El grado de oposición a Carmena divide al grupo del PSOE en Madrid
El PSOE está dividido entre los que piden una oposición más dura a Ahora Madrid y los que defienden los actuales equilibrios
El grupo municipal del PSOE, socio de investidura de Carmena, se encuentra dividido en dos facciones respecto al grado de oposición que debe hacerse al equipo de Ahora Madrid, liderado por la alcaldesa, Manuela Carmena. Por un lado, están los que quieren seguir con una oposición en línea con la actual —un PSOE crítico, pero colaborador—; por el otro, una facción que pide desmarcarse cuanto antes de un ejecutivo que considera que no ha cumplido sus expectativas. En el trasfondo está la aproximación a las elecciones municipales de 2019, que marcarán la línea política del partido en el capital.
El debate interno en el PSOE se desarrolla en un momento de tensión creciente con los ediles de Ahora Madrid. El último episodio fue protagonizado por la concejal Rommy Arce (Ahora Madrid), quien aplaudió la decisión de Ada Colau de desprenderse de los concejales del PSC en el Ayuntamiento de Barcelona. Ese episodio desató la ira de algunos ediles del PSOE, que pidieron la dimisión de Arce, ya que la coalición liderada por Podemos gobierna en Madrid gracias a los votos de los socialistas.
Aquello fue, quizás, la punta del iceberg. "Es necesario que el PSOE lance ya su modelo de ciudad, que la gente visualice dónde está el partido y no lo confunda con un asimilado a Ahora Madrid", explican fuentes socialistas, que revelan la existencia de un debate interno sobre el grado de apoyo a Carmena y sus 19 ediles. "La división interna es palpable. El grupo está partido por la mitad", agregan y señalan a la portavoz, Purificación Causapié, como responsable de una estrategia que consideran demasiado cómplice de Ahora Madrid.
Una "difícil" negociación presupuestaria
La portavoz socialista, Purificación Causapié, recuerda que el PSOE apoya al gobierno de Carmena, pero manifestando su crítica responsable. Reconoce que, las próximas negociaciones sobre los presupuestos parten de "una situación muy difícil por el ajuste". Según afirma, el PSOE ha trabajado para materializar avances en políticas sociales que han sido frenados por el Ministerio de Hacienda y la Delegación del Gobierno. "No reconocerlo sería mentir a la gente", señala.
Causapié defiende su predisposición a negociar con Carmena. De esta manera, se mantiene fiel a lo que dijo en noviembre en un desayuno informativo, cuando rechazó la acusación de que los miembros de su grupo sean "los tontos útiles" de Podemos en Madrid.
Causapié contesta que la línea del partido es la misma de los últimos meses. "Nadie en el grupo ha puesto sobre la mesa una moción de censura a Carmena", afirma. Y, si bien reconoce que en los debates internos se han manifestado opiniones discrepantes ("lo normal en un partido democrático"), defiende su postura: "En cuanto a las negociaciones con Carmena, hay cosas en las que coincidimos, aunque soy muy crítica con la falta de ejecución presupuestaria y los recortes. Pero lo de Montoro [la exigencia de que el Consistorio cumpla el techo de gasto impuesto por el plan de estabilidad] es un freno enorme, y si alguien piensa en otra línea política, que lo diga públicamente", desafía.
La división del PSOE se escenificó en la última sesión del pleno justamente en la cuestión presupuestaria. Se votaba la primera tanda de recortes de 173 millones (de un total de 365), que afectan a proyectos de mejora y que el equipo de Carmena ha paralizado para reconducir su senda de gasto. El PSOE llegó al pleno con la intención de votar en contra, pero pocos minutos después del comienzo de la sesión, el grupo se reunió de manera extraordinaria —por el cambio de voto de un edil— y acabó votando abstención, tal y como pedía la portavoz. "Teníamos que haber votado en contra", reflexiona un miembro del grupo socialista crítico. "Siempre rehuimos estar con el PP, menos cuando es un problema para Ahora Madrid", añade.
Los populares, en efecto, se abstuvieron, mientras que Ciudadanos rechazó la medida y lideró las críticas a Ahora Madrid, acusándolo de buscar un enfrentamiento con Hacienda para tapar la baja ejecución de las inversiones. "Más que un apoyo a Carmena, se trata de calcular los tiempos de la crítica", matizan los concejales favorables a la abstención, que creen que los reproches reflejan más una lucha personalista que una pugna sobre la línea política.
Causapié heredó la portavocía del PSOE tras el cese de Antonio Miguel Carmona en 2015. A partir de entonces, los equilibrios han ido cambiando, hasta que poco antes del congreso regional de octubre se barajó la posibilidad de un relevo en la dirección del grupo, con Mercedes González como posible sustituta de Causapié. Finalmente, el nuevo secretario regional del partido, José Manuel Franco, decidió confirmar a esta última.
Aun así, fuentes internas dan prácticamente por descontado que desde el debate presupuestario la posición del PSOE será más dura con el gobierno municipal. Pero los críticos advierten: "La disputa interna la hemos tenido desde el principio, y a medida que nos acerquemos a las elecciones será más cruenta".
La incógnita del candidato tiene en vilo al grupo
El PSOE cuenta en el Ayuntamiento de Madrid con nueve concejales, que cada vez piensan más en términos preelectorales. El partido brindó su apoyo a Carmena en 2015 pensando que pronto entraría en el gobierno local, pero con el tiempo esa hipótesis se fue difuminando. Ante las elecciones de 2019, la dirección regional socialista todavía no se ha expresado sobre quién podría ser el candidato a la Alcaldía. Y a pesar de que circulan nombres de peso, como el de Ángel Gabilondo, actual portavoz en el Parlamento regional, todos coinciden en que es pronto para el anuncio.
En ese contexto, el PSOE vive de frágiles equilibrios en el Consistorio. Algunos ediles manifiestan cada día más su rechazo a seguir apoyando a un ejecutivo, el de Ahora Madrid, formado por partidos como Podemos, IU y Ganemos, que son abiertamente críticos con los socialistas. Reprochan a Carmena los errores de su equipo y el "ninguneo" a los que, en su opinión, están siendo sometidos por parte de los miembros del gobierno. Y exigen una oposición más dura ante casos como los recortes y la intervención de Hacienda: "Creo que Montoro está haciendo política en Madrid, pero también que Sánchez Mato es un gestor pésimo, que ha llevado a la quiebra al Ayuntamiento. El PSOE tendría que pedir el cese de Mato sin ninguna duda", explica un edil.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.