Dos hombres denuncian una agresión homófoba cerca de la Mar Bella
Un grupo de cinco personas les insultó y les pagó tras salir de un vehículo
A las cinco de la mañana de ayer, el taxi dejó a Álex y Marcos en la avenida del Litoral de Barcelona, en una zona próxima a la Mar Bella. Volvían de fiesta. Àlex, estudiante de 30 años, pasaba el brazo por encima del hombro de su amigo Marcos, estudiante de 24. Un coche pasó junto a ellos con cinco ocupantes, que bajaron la ventana para insultarles: “Maricones de mierda”. Álex y Marcos se giraron sin darle mayor importancia. Pero echaron a correr cuando, a los pocos segundos, comprobaron que los hombres se habían bajado del vehículo y se dirigían hacia ellos con intención de pegarles.
“Gritaban ‘os vamos a matar, maricones de mierda’. Venían hacia nosotros y le dije a Marcos que empezáramos a correr. Pero enseguida los tuvimos encima”, relata Álex por teléfono, ya de regreso a su ciudad (Madrid) y varias horas después de un suceso que le ha dejado conmocionado. “He vivido en Berlín y Nueva York, y he sufrido episodios de discriminación, pero no una agresión como ésta”, relata poco después de bajar de la estación del AVE de Atocha.
Cinco agresores
Álex relata lo que recuerda del ataque. Logró esquivar el primer puñetazo, que apenas le rozó el labio. Pero no el segundo. También recibió un golpe en la zona posterior de la cabeza —“tengo que ir al médico porque me duele”— y una patada en el costado derecho. Pero el que llevó la peor parte fue su amigo Marcos. “Yo estaba intentando defenderme. Me asusté cuando vi que lo habían tirado al suelo y que había sangre a su alrededor”.
Con dos personas —una en el suelo— tratando de defenderse de otras cinco, una reacción instintiva les salvó. “Grité que había llegado la policía. Era mentira, pero se lo creyeron y salieron por patas”, relata. Álex detuvo a un taxi, que avisó a una patrulla de los Mossos y ésta, a una ambulancia. Marcos, explica Álex por teléfono, tiene un ojo muy morado y la cara “llena de rasguños” aunque, puntualiza, “no se ha roto nada”.
Los jóvenes presentaron ayer una denuncia por el ataque homófobo ante los Mossos d’Esquadra. Confían en que las cámaras de seguridad de la avenida ayuden a identificar a los agresores. A última hora de ayer, tras una consulta de este diario, la policía autonómica no pudo aclarar si tenía constancia del incidente.
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