La justicia conmuta la condena a un traficante si deja de consumir cocaína

El tribunal de la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra ha acordado suspender la ejecución de una condena de tres años de prisión por un delito contra la salud pública para un vecino de Redondela, José Manuel C.F., después de que este haya aceptado someterse a un tratamiento de desintoxicación para abandonar su adicción a la cocaína y no delinquir durante el tiempo de cumplimiento de la pena.

La fiscalía le había acusado de realizar tres envíos por correo desde Paraguay en sobres que contenían unos 150 gramos de cocaína que apenas alcanzaban el 50% de pureza, pero cuyo valor en el mercado negro hubiera superado los 5.000 euros.

El acusado, tras admitir los hechos y su adicción a la cocaína, aceptó este martes una sentencia de conformidad con el fiscal de tres años de prisión y el pago de una multa de 5.336 euros que el tribunal ha aceptado conmutar si cumple las condiciones del acuerdo con la fiscalía.

El hombre, con antecedentes policiales, efectuó los envíos durante los meses de julio y agosto de 2016 al domicilio en el que residía su hija, en la localidad de Chapela (Redondela). El fiscal había solicitado en su escrito de acusación provisional una condena para el acusado de cuatro años de prisión y una multa de 10.600 euros, el doble del valor de la droga.

El acusado se encontraba en la cárcel de A Lama desde su detención, que tuvo lugar un mes después de hacer los envíos, prisión provisional que fue prorrogada desde entonces por el juez de instrucción de Redondela encargado del caso. El pasado mes de abril, cuando la fiscalía presentó escrito de acusación contra el narcotraficante, esta solicitó al juzgado que prorrogara el auto de prisión hasta la celebración del juicio.

El tribunal acordó su puesta en libertad tras celebrarse la vista oral y la suspensión de la condena será acordada en sentencia si el acusado acredita que se ha sometido a un tratamiento médico de deshabituación que seguirá en un centro especializado de atención a drogodependientes antes de que finalice el mes próximo mes de diciembre.

La aplicación, en casos puntuales, de las llamadas penas sustitutivas con obligaciones, que contemplan la suspensión de la pena con reglas de conducta de programas formativos, tratamiento de deshabituación o salud mental y pena de trabajos en beneficio de la sociedad, han sido introducidas en las últimas reformas del Código Penal y su número no ha parado de crecer.

El objetivo de estas penas sustitutivas es minimizar el impacto negativo que en algunos casos puede conllevar la privación de libertad para los acusados, y en su caso potenciar el uso de otras formas punitivas más en consonancia con las demandas de la sociedad dentro de un marco constitucional. Las suspensiones de condenas con obligaciones ya superan un promedio de 2.000 anuales desde que comenzaron a aplicarse progresivamente a mediados de la pasada década y los expertos la consideran una apuesta importante de la Administración de Justicia.