De Sevilla al Madrid de los Austrias

1. Casa de Campo. Vivo en Pozuelo y tengo al lado el parque más grande de la capital; un pulmón para hacer deporte, para llevar a mi hija, para comer o para dar un paseo alrededor del estanque. Tiene sitios de interés como la Galería de las Grutas o el Palacio de los Vargas. A mi chico y a mí nos encanta caminar y charlar y nos hemos llegado a perder paseando. (Puerta del Ángel, 1).

2. Paseo del Pintor Rosales. Una calle emblemática de Madrid llena de terrazas y zonas verdes donde mi niña puede jugar. Las paellas de Casa Valencia y la carne de La Vaca son motivos para ir el fin de semana a comer. Y el parque del Oeste, al lado, es perfecto para pasear por la tarde y terminar junto al Templo de Debod viendo el atardecer.

3. Casa Labra. Cuando vienen familiares y amigos de visita solemos recorrer el centro y paseamos por la calle Arenal, la Plaza Mayor y el Mercado de San Miguel. Nos gusta terminar en este establecimiento centenario tomando una caña o un vermú. Recomiendo las croquetas y los buñuelos de bacalao. (Tetuán, 12).

4. Barrio de La Latina. Quien no haya ido un domingo a esta zona no conoce el ambiente de la capital. Siempre se habla de las cañas, el sol y el ambiente del sur, pero Madrid no le tiene nada que envidiar en esto. Aunque eche de menos mi tierra, las terrazas, los bares y la diversidad de esta zona me levantan el ánimo. Además, está rodeado de arquitectura del Madrid de Felipe II. Para ir sin niños.

5. Teatro Real. A cualquier artista le encantaría actuar aquí. Es un escenario con magia y con una acústica impresionante. Hace cuatro años canté cinco canciones dentro del espectáculo de copla Azabache, pero esta vez habrá más nervios porque arranco aquí mi gira después del parón de tres años. Me gusta su entorno, peatonalizado, con zonas verdes y terrazas donde tomar un café. (Plaza de Isabel II, s/n).

6. Chueca. El barrio me gusta por su ambiente, por sus calles y edificios y porque puedes encontrar de todo. Tiene tiendas de moda con ropa exclusiva a buen precio como Picnic, Moda Urban o Kilombo Vintage. Me priva tomar algo en la terraza del hotel Óscar, en la taberna Ángel Sierra o el mercado de San Antón.

7. Platea Madrid. En este enorme establecimiento de ocio gastronómico puedes comer casi lo que te apetezca y es muy familiar. Y no solo comer, también disfrutar de un vino o una copa. Está ubicado en el antiguo cine Carlos III; allí fui la primera vez que vi en el cine una película. Ineludibles la Vermutería y la Pintxoteka. (Goya, 5-7).

8. El Tomate. Me pirra el tartar de atún con guacamole de este local, y las pizzas están buenísimas. Un sitio de moda donde hay muy buen ambiente y te encuentras gente del mundo del arte, el deporte o la música. En la zona hay muchas embajadas y edificios interesantes. (Fernando el Santo, 26).

9. Hotel Santo Domingo. Cuando era estudiante y vivía en Sevilla viajaba a la capital acompañada de mi madre y me hospedaba en el hotel Santo Domingo, que era como mi segunda casa. La directora era amiga y me cuidaban mucho; me guardaban mi habitación y me preparaban la comida que me gustaba. Disfruté de la plaza que da nombre al hotel y de los alrededores, la Gran Vía y Ópera. Al lado está La Bola, un restaurante castizo donde sirven un cocido madrileño buenísimo.

10. Museo del Prado. Recomiendo ir a pasear y dejarse llevar o ir a ver a un autor en concreto. Cuando estudiaba Historia del Arte en Sevilla y venía a Madrid quería verlo todo. Lo disfruto más ahora que puedo recorrerlo rejalada y sin sentir la presión de los exámenes. Velázquez y los pintores flamencos Rubens y Rembrandt son mis predilectos. Es agradable pasear por los alrededores, ver la iglesia de San Jerónimo el Real y terminar en la terraza del museo tomando un café. (Paseo del Prado, s/n).