Flamenco y pollos asados
El actor, director y guionista frecuenta restaurantes, tiendas de decoración o tablaos. También bebe mezcales porque está “envenenado con México”
Paco León (Sevilla, 1974) acaba de rodar en México y está inmerso en la creación de una nueva serie. Este fin de semana colabora con el Food Explorers Film Fest, organizado por San Miguel, donde se emite la película Dieta Mediterránea, coprotagonizada por él.
1. Badila. No he probado todos los restaurantes de Madrid, pero para mí en este ofrecen el mejor menú: súper calidad a muy buen precio (unos 13 euros). Además, me pilla al lado de la oficina. Solo tiene una pega: está lleno siempre y hay que ir media hora antes para reservar. No sabía si mencionarlo porque no quiero que se llene más. (San Pedro Mártir, 6).
2. Teatro del Barrio. Esta sala tiene una programación muy interesante, con un carácter comprometido y político. A mí me cuesta abanderar causas políticas, pero valoro mucho a la gente que lo hace. Considero que el teatro es un arte subversivo porque en escena se dicen verdades humanas. Lo último que vi allí fue Emilia, monólogo sobre Emilia Pardo Bazán. (Zurita, 20).
3. Crudito. Este restaurante está especializado en carnes y pescados crudos. Lo lleva el chef Emil Samper y mezcla fusión japonesa con probióticos, ceviches... La última vez que fui celebré mi cumpleaños con doce amigos. Cumplí 43. Me dijeron que ahora empieza lo bueno. (Redondilla, 7).
4. La Fábrica. Vengo tanto a tomar un café como a comprar libros. Los últimos que adquirí los empecé, pero se han quedado atascados en la mesilla. (Alameda, 9).
5. Entre suspiro y suspiro. Vengo de México, de rodar allí, y regreso envenenado —en el buen sentido—del país. En Madrid he encontrado este restaurante, un clásico de poético nombre, que me da la vida. En él me pongo de mezcal hasta arriba. El mezcal es una bebida para descubrir: al principio me parecía decapante para puertas, pero de repente entras y es un mundo fascinante. (Caños del Peral, 3).
6. El Moderno. Soy un aficionado a las tiendas de antigüedades y muebles del Rastro y eso me ha hecho fijarme en locales como este: una tienda de decoración con piezas de autor. Tienen unos árboles pelados que traen de Barcelona que me encantan. Están bien de precio y también hacen exposiciones. (Corredera Baja de San Pablo, 19).
7. Kikekeller. Este bar-galería me parece muy interesante. Conozco a los dueños, María y Kike. Él es un artista, un genio del hierro, pero en el espacio dan cabida a otros artistas. También es un sitio de encuentro, para tomar algo, del mundillo de la actuación porque el Teatro Lara está al lado. (Corredera Baja de San Pablo, 17).
8. Café Berlín. Aparte de ser un lugar mítico, programan muy bien. Ahora viene un ciclo de flamenco interesantísimo. Soy aficionado por varias razones. La más actual es que mi próximo proyecto es una serie, con Movistar, ambientada en el Madrid de los sesenta y con Ava Gardner como protagonista. La otra es que también he bailado. Muy malamente, pero he actuado con grandes; con gente buena. (Costanilla de los Ángeles, 20).
9. Corral de la Morería. Ahora estoy viendo mucho flamenco y este local, que lleva Blanca del Rey, tiene mucho nivel. También voy a Villa Rosa o a Casa Patas. Parecen que los tablaos son solo para los guiris y no es así: son maravillosos. Además, en el Corral tienen muy buena cocina; acaban de inaugurar un espacio gastronómico. (Morería, 17)
10. La despensa de Carmen. A este quiosquillo de comida para llevar voy los domingos. Compro el periódico, unos pollos asados y llamo a amigos: “Venid a casa que hay pollo”. Me parece un plan perfecto. Además, está todo muy rico. (Santiago, 14).
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