Hallado culpable el único acusado del doble crimen de Arbo

Tras una semana de juicio y ocho horas de deliberaciones, el jurado popular ha hallado este martes culpable, por unanimidad, a Arturo Domínguez Sebastiá del doble crimen ocurrido en un monte de la localidad de Arbo (Pontevedra) en julio de 2015. Aunque el único acusado en este proceso insistió en proclamar su inocencia ante el tribunal de la Audiencia de Pontevedra, a la vista de las pruebas contundentes, el jurado considera probado que fue el autor de los disparos que acabaron con la vida de su expareja y madre de su hija de diez años, y el novio de esta.

Además, el veredicto incide en que Arturo Domínguez, de 37 años, actuó de forma premeditada y violenta, disparando a bocajarro a la cabeza de las víctimas a las que sorprendió cuando se encontraban en el interior de un coche, a altas horas de la madrugada y en un lugar apartado, sin que tuvieran la más mínima posibilidad de reaccionar o defenderse del ataque, ni pedir ayuda.

En sus conclusiones, el jurado también ha tenido en cuenta las declaraciones de algunos testigos que coincidieron en subrayar la actitud posesiva del acusado hacía su expareja, Beatríz Rodríguez, de 30 años, que mantuvo hasta el último momento, cuando horas antes de cometer los crímenes acudió a su lugar de trabajo para convencerla de que reanudara con él la relación.

Los seguimientos y las grabaciones en vídeo a los que el acusado sometió a las víctimas, unido a su afición y destreza en el manejo de las armas de fuego, son indicios contundentes para el jurado que además ha tenido en cuenta el hecho de que Arturo Domínguez tratase de eliminar pruebas antes der detenido.

El jurado popular también ha sido contundente al señalar en sus conclusiones que el acusado no debe favorecerse de ningún beneficio o suspensión de la eventual condena que dictamine el tribunal de la Sección Segunda y se declaró contrario a una posible solicitud de indulto ante la gravedad de los cargos. De hecho, el fiscal ha mantenido su petición de 46 años de prisión y ha solicitado que se le imponga el cumplimiento efectivo de la pena por un tiempo no inferior a los 40 años, y que además se le retire la patria potestad de su hija menor de edad.

Arturo Domínguez escuchó sin inmutarse el dictamen del jurado al que se le dio lectura pasadas las diez de la noche y renunció a su derecho de manifestarse por última vez ante el tribunal. El acusado había repetido en varias ocasiones durante el juicio que él “jamás habría matado a nadie".

Ante el veredicto de culpabilidad, la defensa del acusado ha pedido que se le impongan 35 años de prisión, 20 por la muerte de su expareja y 15 por la de su novio. Sin embargo la acusación particular ha elevado la pena solicitada a 50 años por ambos crímenes.

En cuanto a las indemnizaciones, las acusaciones han reclamado para los herederos de las víctimas el pago de 775.000 euros, que conlleva la petición de una orden alejamiento de las dos familias durante 33 años en cada caso.