Seguimiento masivo en la huelga de autobuses de la Sierra Oeste

El comité de empresa de Irubus, que presta el servicio de autobús en la Sierra Oeste de Madrid, cifra en un 100% el seguimiento de la huelga iniciada este lunes por sus conductores. La compañía reconoce que el alcance ha sido mayoritario, aunque no cuantifica el porcentaje. Sí denuncia que los piquetes han impedido el cumplimiento de los servicios mínimos, un extremo que rechazan los trabajadores. Estos explican que mantendrán los paros todos los lunes y martes del año, ya que la empresa “incumple los descansos entre servicios”. Irubus sostiene que el verdadero motivo de la huelga es económico.

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Unos 70 conductores se han concentrado este lunes en la estación de autobuses de San Lorenzo del Escorial a las 5.30, media hora antes de la salida del primer autocar hacia la capital. Han permanecido en la terminal durante buena parte del día para protestar. Portaban silbatos y pancartas. También han lanzado cánticos contra Alsa, la empresa que en diciembre de 2015 se hizo con autocares Herranz y subrogó a la plantilla, de 130 empleados. “Los trabajadores del grupo no quieren venir a El Escorial por las condiciones económicas y laborales que existen. Nos traen forzados”, explica Vicente del Pozo, miembro de UGT y presidente del comité de empresa de Irubus.

Del Pozo subraya que la huelga ha contado en su primer día con el respaldo total de los trabajadores. “Ha habido retrasos en algunos vehículos, pero no incidentes”, reconoce. Una opinión que contrasta con la versión de Irubus. La empresa denuncia que los piquetes han impedido cumplir con los servicios mínimos establecidos: el 60% para las horas punta y el 50% para las valle. En un comunicado de prensa, la compañía explica que un grupo de 40 personas lanzó “una gran cantidad de huevos” a las lunas de los vehículos, lo que ocasionó retrasos de entre 20 minutos y una hora en la salida de los autocares. Del Pozo, sin embargo, indica que los servicios mínimos se cumplieron y que, en algunas líneas, como la de Galapagar, fueron superiores al porcentaje fijado por el Consorcio Regional de Transportes.

Reunión sin acuerdo

Irubus conecta la capital con las 26 localidades de la Sierra Oeste de Madrid, en la que viven más de 200.000 personas. Cuenta con 26 líneas en las que, diariamente, viajan 15.000 personas. Los empleados ya habían convocado otras dos huelgas este año, pero ambas fueron suspendidas. Esta vez han seguido adelante porque, explican, la empresa sigue incumpliendo los descansos que deben disfrutar durante los servicios, un extremo que descarta Irubus. Para la compañía, detrás de los paros existen motivos económicos. Alegan que se trata de una reivindicación salarial que supondrían un incremento del 50% en los costes salariales, lo que pondría en peligro su viabilidad. Los conductores se quejan de haber perdido una media de 800 euros al mes desde que el Alsa está al frente del negocio.

El domingo a mediodía, la empresa contactó con los representantes de los trabajadores. Les citó para una reunión a las 17.00 con la intención de acercar posturas. “No se alcanzaron acuerdos, aunque se ofrecieron distintos puntos”, explican fuentes de la compañía. Del Pozo, sin embargo, matiza que solo se habló del conflicto: “No nos ofrecieron nada, tan solo nos pidieron tiempo”. El encuentro se cerró después de cuatro horas sin ningún tipo de solución. No se prevé a corto plazo, ya que no hay ninguna nueva reunión prevista en los próximos días, aunque ambas partes muestran su predisposición al diálogo y a superar el problema. De momento, los conductores mantienen la convocatoria de huelga para todos los lunes y martes del año.