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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

En misa y repicando

El autor se queja de que PP y PSOE rechacen la propuesta de Ciudadanos de que sea incompatible ser alcalde y diputado a la vez

Yolanda es la alcaldesa de El Molar un pequeño pueblo de la Comunidad de Madrid. Su trabajo, lejos de lo que pueda pensar mucha gente, nada tiene que ver con el glamur y los fastos que se le suele atribuir al puesto de alcalde. Sus jornadas de 24 horas pasan por largas sesiones de trabajo en el Ayuntamiento y aún más largas conversaciones con sus vecinos. Ya puede ser una tubería rota, un bache en la carretera o un vecino preocupado por su situación familiar. Da igual el día o la hora. Son 24 horas de su vida. No es un trabajo. Es una forma de vivir.

Por eso los que entramos nuevos en política, nos sorprendió ver cómo había gente que era capaz de compaginar esa vida agotadora, con el trabajo de ser diputado. Pensamos que tal vez era posible y nosotros éramos unos exagerados. Poco tardamos en darnos cuenta que la única exageración era pensar que esos dos puestos pueden ser compatibles.

Y con los ojos del que viene nuevo en política, decidimos desde Ciudadanos incluir como punto más que necesario para investir a la señora Cifuentes que no debería haber nadie que fuese diputado regional y alcalde o concejal. El punto fue firmado y aceptado. Pero como nuestros ojos además de ser nuevos, están ansiosos por ver las reformas que Madrid se merece, decidimos llevar este jueves una Proposición de Ley sobre este punto.

Un solo punto muy claro, un cambio muy sencillo. No es algo irracional. No es una medida partidista. No tiene ideología. ¿Quién puede decir que no? Y justo cuando terminó el debate, nuestros ojos dejaron de ser tan nuevos para darse cuenta de una de las crueldades de la política.

Tanto PP como PSOE aseguraron, una y mil veces, que estaban de acuerdo con la iniciativa, pero iban a votar que no. Un ‘NO’ rodeado de buenas palabras y mejores intenciones que acaban desembocando en un: “Estamos de acuerdo, pero No”. Algo que sería difícil de explicar para cualquiera, se vuelve en un gran discurso parlamentario que incluso te hace dudar de si puedes estar equivocado.

Pero claro, los que hemos nacido en democracia tenemos muchos “pero no” grabados en nuestra memoria. La reforma del Senado, acabar con los aforamientos, las diputaciones, la Ley Electoral… Una larga lista de propuestas en las que todo el mundo parece estar de acuerdo hasta que llega el momento de votar.

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Por suerte todas estas falsas promesas nos han vacunado del cinismo de los viejos partidos. Y aunque ellos quieran pensar que se puede seguir engañando a todo el mundo con buenas palabras y sonrisas de espejo, el bipartidismo parece que ha llegado a su fin y como dice Yolanda: “No se puede estar en misa y repicando”.

César Zafra es portavoz adjunto de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid

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