Fondeados sin víveres ni combustible
El buque C-Star, que transportaba a activistas xenófobos y en el que ya solo queda la tripulación, sigue frente a Palamós sin permiso para atracar en el puerto


El C-Star, el buque hasta hace poco fletado por la organización ultra Defend Europe para evitar el rescate de inmigrantes en el Mediterráneo, vive su propia tragedia humanitaria. La embarcación está atrapada en el litoral gerundense, pues ninguna Administración le da permiso para atracar y carece de gasoil y víveres para marcharse a otro sitio. Tanto Generalitat como Capitanía Marítima dicen que no es de su competencia y hoy una entidad social llevará alimentos a sus nueve tripulantes, que nada tienen que ver con la organización xenófoba.
El barco de 40 metros de eslora permanece fondeado a dos millas del espigón de Palamós (Baix Empordà) y ya no luce las banderas xenófobas de Defend Europe. Hace 22 días, la embarcación con armador de Cardiff y bandera de Mongolia desembarcó en Malta a los miembros de la organización contra la inmigración que lo había fletado. Sus tripulantes, originarios de Sri Lanka, pusieron rumbo hacia Palamós con la idea de estar hasta un mes para avituallarse y esperar a ser contratados por otro cliente.
Varias entidades en defensa de los derechos humanos alertaron el pasado viernes de la llegada a aguas españolas del C-Star y comenzó una campaña en las redes sociales para evitar que se le dejara entrar. La presión funcionó y tanto la Capitanía Marítima, en primer lugar, como la Autoridad Portuaria y Ports de la Generalitat, prohibieron que el barco atracara al pensar que seguía fletado por Defend Europe.
El práctico del puerto de Palamós, Pedro Buil, se acercó el pasado lunes al buque y comprobó que ya no llevaba pancartas xenófobas. El capitán del C-Star le contó que necesitaban agua, alimentos, productos básicos y combustible para llenar los tanques de unas 6 toneladas de capacidad.
Los miembros de Defend Europe abandonaron la nave hace 20 días
La situación es tan alarmante, contó Buil, que incluso le aconsejó a la tripulación “que pescaran o cogieran calamares y que para poder tener agua potable recogieran agua de lluvia”. Considera que “por temas humanitarios al menos habría que suministrarles agua y alimentos, desde Cruz Roja, Cáritas o de donde sea, pero no se les puede dejar desatendidos”.
El capitán marítimo de Palamós acudió también el lunes a una reunión al Ministerio de Fomento para determinar qué hacer con este buque, construido en 1975 y en estado prácticamente ruinoso. Pero a pesar de la delicada situación de la tripulación, tanto la Generalitat como el Estado siguen mostrando recelos sobre otorgar el permiso para que el C-Star pueda atracar y se le suministren los productos que necesita.
Para entrar en un puerto español, un buque extranjero debe tener un consignatario que haga los trámites y los pagos de los servicios que requiere. Ambas Administraciones sostienen que el armador no ha informado de que vaya a hacer la transferencia de dinero necesaria por protocolo y eso despierta desconfianza.
El armador, por su parte, pide que se le deje atracar y se le suministren alimentos y combustible pero no concreta cuándo pagará. Las Administraciones sospechan que una vez dentro del puerto, el armador se desentienda de la embarcación. Buil reconoce que el C-Star “ ya ha quedado marcado” por trabajar con Defend Europe e instó a que el armador cumpla con sus obligaciones. Capitanía Marítima y Ports de la Generalitat sostuvieron ayer una reunión conjunta de más de cuatro horas para evaluar la solución.
El pasado lunes, el consejero de Territori, Josep Rull, ordenó a los 45 puertos de la Generalitat que denegaran al C-Star el permiso para atracar y también pidió que lo hicieran los de Barcelona y Tarragona, de titularidad estatal. El departamento alegó falta de documentación y motivos ideológicos. Ayer, sin embargo, argumentó que está en aguas españolas y no es su competencia.
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