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Juicio contra la trama de estafas a aseguradoras que simulaba siniestros

Los 20 acusados se enfrentan a penas de cárcel y a indemnizaciones para las compañías por 150.000 euros

Un agente revista un coche accidentado.
Un agente revista un coche accidentado.

La investigación de la Fiscalía de Pontevedra se remonta a 11 años atrás, coincidiendo con las fuertes inundaciones que se registraron en octubre de 2006 en Galicia, concretamente en Vilagarcía de Arousa donde las compañías aseguradoras denunciantes detectaron las primeras estafas. Los partes de los siniestros que se generaron hasta 2008, tenían como nexo común un taller de reparación de automóviles de Pontevedra donde se detectó una supuesta trama de reparaciones y facturas falsas en la que están involucradas 20 personas a las que la fiscalía les acusa de estafa continuada, simulación de delito y falsedad en documento.

El juicio que arranca este lunes se celebrará durante toda semana en la sección segunda de la Audiencia de Pontevedra. Los acusados se enfrentan a condenas de hasta cinco años de prisión y tendrán que indemnizar a las seis compañías aseguradoras afectadas el montante del presunto fraude que asciende a casi 150.000 euros.

En la investigación del fiscal Jesús Calles que dirigió el juzgado de instrucción número uno de Pontevedra, se desvela la mecánica empleada para simular una veintena de siniestros de vehículos aunque en algunos casos el Consorcio de Compensación de Seguros los había declarado siniestro total y abonado por ellos cantidades que superaban los 33.000 euros.

Meses después de la declaración de siniestro total, algunos de estos vehículos, la mayor parte de alta gama, fueron vendidos con facturas simuladas para formalizar la transmisión ante de Jefatura de Tráfico. Luego contrataban pólizas de seguros a todo riesgo y telefónicamente daban diferentes partes, como rotura de cristales, acabando en una denuncia del robo del vehículo, también simulada, cuando en realidad se encontraba en un taller de Oporto (Portugal) donde sería desmontado y vendido por piezas para otros implicados en la trama.

Siguiendo la misma práctica, otro de los vehículos siniestrados en las inundaciones de Vilagarcía y cuyo propietario fue indemnizado por el Consorcio de Compensación, acabó siendo pasta de las llamas dos años después, cuando ya estaba a nombre de otro dueño. Las compañías llegaron a pagar casi 40.000 euros por el mismo coche, afirma el fiscal.

Otra de las estafas descritas se refiere al parte de accidente de tráfico de un Saab 900, que llevaba dos años abandonado con importantes daños por lo que no podía circular. Sin embargo, la compañía abonó casi 11.000 euros por un siniestro que nunca existió, incluida una factura de un hospital de Pontevedra donde supuestamente atendieron a uno de los conductores que aparecían en el parte.

En septiembre de 2008, otro de los acusados presentó denuncia falta por robo de un Audi A3 en la jefatura de la Policía Local de Vigo en la que. Pero esta denuncia dio lugar a la incoación de las diligencias en un juzgado de la ciudad donde se descubrió que, en realidad, el vehículo había resultado siniestro total en un accidente ocurrido un año antes por el que ya fue indemnizado al tener menos de dos años de antigüedad.

También el juzgado pudo averiguar que el acusado, en connivencia con los dueños del taller de Pontevedra que participaba en la supuesta trama, presentó facturas falsas de reparación del coche y luego suscribió una póliza de seguro. Por último denunció la supuesta desaparición del vehículo en Vigo, por lo que le reclamó a la aseguradora 30.000 euros de indemnización.

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