Cómo perder el miedo a la galería de arte

Buena parte de la ciudadanía siente una especie de respeto o miedo reverencial delante de la puerta de una galería de arte que le impide empujarla y entrar. ¿Será que no gusta el arte? ¿Que el arte contemporáneo es complicado? ¿Caro? ¿No se quiere romper el silencio? ¿Impresionan las paredes blancas? Sea como fuere, los galeristas de Madrid se disponen un año más (es la octava edición) a decirle al público que están deseando que les visiten, que no tengan miedo. El evento Apertura, de inicio de la temporada, organizado por la asociación de galerías Arte Madrid, tendrá lugar del 14 a 16 de septiembre en diferentes galerías y centros culturales.

Más información

Rock, copla y pop más allá del DCODE

Ciudad Lineal celebra la convivencia con un festival urbano

“Somos de las pocas industrias culturales gratuitas para todo el mundo”, dice Sabrina Amrani, presidenta de Arte Madrid. “Queremos atraer al público novel, al que no sabe especialmente de arte contemporáneo. Se trata de acercar el arte a la calle”. En esas calles madrileñas es donde se dispersa el nutrido ecosistema galerístico de la capital, sobre todo, en el barrio de Salamanca, el de las Letras o en la lavapiesera calle del Dr. Fourquet. Durante la temporada pasada las 46 galerías agrupadas en Arte Madrid realizaron 315 exposiciones de 342 artistas. En la ciudad se concentra la mitad de los espacios asociados en el Consorcio Español de Galerías. “Somos de las asociaciones más fuertes de Europa, no solo por número, sino por oferta, diversidad y presencia de ferias internacionales, de Art Basel Miami a Art Basel Hong”. Cada galería acude, de media, a cinco ferias al año. Entre todas representan a 800 artistas.

La programación de Apertura, además de las exposiciones, ofrece recorridos guiados por las diferentes zonas galerísticas de la ciudad, los llamados Arco Gallerywalks, que organiza la feria Arco. “El interés en el arte muchas veces se polariza en las grandes ferias. Con estos paseos queremos abrir el espectro y que la gente conozca y visite las galerías”, dice Maribel López, subdirectora de Arco. Otras actividades son visitas guiadas a centros de arte participantes (Reina Sofía, Thyssen, CA2M, Lázaro Galdiano, Museo Abc, etcétera) o el brunch en las galerías que se celebra el sábado por la mañana. Además, el evento atrae a varios comisarios internacionales y, desde hace un par de años, incluye un programa de coleccionistas, tanto privados como institucionales.

Los coleccionistas, que escasean, son la base de este negocio, por eso es interesante acercarlos a las galerías. Porque esto es un negocio y las galerías son empresas. “Somos microempresas, con dos, tres, cuatro empleados, y una actividad intensa como en cualquier otra oficina”, dice Amrani. “Además, tenemos la particularidad de que tenemos nuestra oficina abierta al público”, añade. De hecho, otra de las cosas interesantes de visitar galerías es descubrir el trabajo que allí se realiza, que va mucho más allá de la mera gestión de una sala de exposiciones: lo laborioso de representar e, incluso, guiar a los artistas en las procelosas aguas del mercado.

“No se nace con el amor por el arte”, explica Amrani, “es necesario fomentarlo desde la infancia, que se descubra de forma natural”. Por eso muchas galerías ya están desarrollando programas para público cada vez más joven. Aunque la panorámica que ofrece Apertura tiene su interés para todo tipo de públicos: “Lo que resulta es un gran recorrido por la situación actual del arte en España y en Madrid en el que se mezclan grandes maestros con artistas emergentes”, dice el organizador Jesús Cano, de Cano Estudio, “la gente tiene que saber que se puede ir a pasar la tarde de galerías, que no cuesta dinero y que los galeristas están encantados de recibir en casa”.