Polémica en Las Rozas por la pavimentación de un gran bulevar

Las obras de pavimentación del bulevar que vertebra la calle de la Playa de Sitges, en Las Rozas, han dividido a los vecinos de la zona: mientras unos quieren conservar el camino de tierra para correr,  otros exigen que se adoquine antes de que lleguen las lluvias y se embarre. "Me parece una barbaridad. Es matar el alma de la urbanización", opina Francisco Montilla, vecino del barrio que cada día saca a pasear al perro por el bulevar. "No es lo mismo caminar por la tierra que por un empedrado. Es cierto que cuando llueve se embarra, pero aún con adoquines seguirá habiendo charcos", explica.

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Las obras consistirán en la pavimentación del paseo central de 543 metros de largo y unos 20 metros de ancho, ahora de tierra, por un adoquín prefabricado de hormigón tipo "románico". Se retirarán los arbustos viejos y los árboles que estén en mal estado o en peligro de caída y se reducirá la superficie de césped. Además, se incluirá un alumbrado ligero y nuevos pasos de cebra. El proyecto llamado de "acondicionamiento y ajardinamiento sostenible" está presupuestado en  414.000 euros, según aparece desglosado en la memoria municipal, aunque el Ayuntamiento, dirigido por el PP, asegura que el gasto final se reducirá a 230.000 euros.

"Es el proyecto de las tres mentiras. Ni es acondicionamiento, porque no plantea mantener la zona, ni es ajardinamiento, porque se pretende pavimentar zonas verdes y evidentemente no es sostenible", afirma Miguel Ángel Ferrero, portavoz y secretario general del PSOE de las Rozas. Según la oposición, el gobierno del Ayuntamiento utiliza el dinero "para lo que la gente no quiere" y deja de lado otros asuntos prioritarios como el soterramiento de las basuras, plagas o el acondicionamiento de aceras dañadas. El PSOE de Las Rozas ya ha exigido una explicación al gobierno del municipio en el próximo Pleno.

El Consistorio afirma que el proyecto se ha empezado a llevar a cabo tras haber recibido quejas "constantes" de bastantes vecinos por el encharcamiento del camino cuando llueve. "Las casas cercanas son chalés con poca acera y los transeúntes usan el bulevar como zona de paso para coger el autobús", asegura. Este lunes la concejala de Medioambiente, Natalia Rey Riveiro, se ha reunido con varios de los vecinos disconformes con las obras.