Los bañistas de San Juan no tienen quien les socorra
La seguridad del pantano enfrenta al Ayuntamiento de San Martín de Valdeiglesias con la Comunidad
“No. Socorristas no he visto ninguno”, manifiesta Marisol Vicente, de 50 años. Esta madrileña es una de las habituales en la playa del pantano de San Juan, en el municipio de San Martín de Valdeiglesias. De hecho, estaba en el embalse el día que se produjo uno de los dos ahogamientos que se han registrado este verano. Mientras almorzaba con su pareja en un chiringuito, vio cómo el helicóptero de los equipos de emergencia llegaba para recuperar del agua el cuerpo sin vida de un vecino de Getafe, de 38 años, que falleció el pasado 18 de julio. Seis días más tarde, murió otra mujer, de 23. Pasaba el día con sus amigas en esta zona recreativa, el único pantano de la Comunidad donde está permitido el baño.
Pese a alcanzar una afluencia de 3.000 visitantes durante los fines de semana, según datos del Ayuntamiento y de la Comunidad, el pantano de San Juan no cuenta con socorristas que cumplan con las tareas de prevención y salvamento. Un problema de seguridad que el embalse arrastra desde hace años y que ha enfrentado al Consistorio y a la consejería de Sanidad en las últimas semanas por el fallecimiento de los dos bañistas en un corto espacio de tiempo. Según su alcaldesa, Mari Luz Lastras (PSOE), el problema se ha visto acentuado tras la prohibición de baño en La Pedriza, lo que ha provocado un "aumento" de visitantes en su término municipal. "Desde que se produjo esta masificación se hace más necesario ese apoyo por parte de otras administraciones", subraya Lastra.
El pantano de San Juan tiene dos zonas habilitadas para el baño, la playa de Muro y la de Virgen de la Nueva, aunque los bañistas también se reparten por el resto de calas del embalse, muchas de ellas de difícil acceso. Durante los fines de semana, un puesto del SUMMA se sitúa en la segunda para atender cualquier emergencia. El Consistorio pide que este servicio se extienda al resto de la semana y a la playa de Muro, pero el viceconsejero de Sanidad, Manuel Molina, insiste en que los efectivos del 112 son médicos y enfermeros, pero no socorristas: "Lo que no podemos hacer es tener a médicos vigilando si se va a meter un niño, si hay alguien que ha bebido más de la cuenta. Eso es función del socorrista".
La competencia en materia de socorrismo corresponde a los Ayuntamientos; son ellos los que regulan en sus ordenanzas en qué puntos tienen que establecerse y corren con los gastos de sus honorarios. Pero Lastras se queja de que San Martín de Valdeiglesias es un municipio pequeño, de 8.344 habitantes, que “no puede” asumir este coste y pide a la Comunidad mayor colaboración. Una falta de recursos que el viceconsejero comprende, pero recomienda a la Administración local solicitar ayudas a la Comunidad. También recuerda que el Consistorio podría cobrar unas tasas a los visitantes, pues el acceso al pantano es gratuito.
Visitantes de la capital y los pueblos vecinos
Es jueves y el trasiego de visitantes es constante en el pantano. La mayoría viene de la capital o de los pueblos vecinos, como una forma de suplir la falta de playa en la Comunidad. Para José Luis García, diputado socialista en la Asamblea y exalcalde de San Martín, este es un motivo más para que la Comunidad se implique en las tareas de salvamento, ya que no son solo vecinos del pueblo. "No sirve la excusa de que no es competencia mía, el Gobierno de Cristina Cifuentes tiene que implicarse en esta zona", reclama García, quien se lamenta además porque los ahogamientos no han cesado a lo largo de los años. El principal problema son las corrientes de agua fría, porque hay muchos bañistas que intentan cruzar el pantano a nado, pero a mitad de camino les sorprende la baja temperatura del agua, lo que puede desembocar en fallos orgánicos, como infartos. Otros se lanzan al agua con exceso de alcohol, con el consiguiente peligro que ello conlleva.
Pero las reivindicaciones del Ayuntamiento no se centran solo en los socorristas. Piden a la Comunidad que colabore en las tareas de limpieza de las inmediaciones del pantano y que controle el trasiego de vehículos, pues en ocasiones "estacionan en lugares no permitidos" e impiden el paso de los equipos de emergencia. También exigen que se proceda a la demarcación de las zonas de baño, para evitar el choque de bañistas con las embarcaciones. Hay unas 500 con licencia para navegar en el pantano, según el Consistorio. "El agua está muy sucia, venimos mucho, pero nunca había estado tanto. Prefiero que cobren unos dos o tres euros, pero que lo mantengan limpio. Con ese dinero pueden limpiar y tener un socorrista", manifiesta Paul Espinona, bañista de 28 años.
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