Es momento de retirarse
Agosto es un mes especialmente grato para disfrutar del descanso, la cultura y los juegos que ofrece el Retiro
Una elegante mujer de vestido negro y sombrero rojo arrastra una maleta por la cuesta que une el estanque del Palacio de Cristal con el de Velázquez. Un músico hace sonar con su acordeón una traviata que se pierde entre un coro de lenguas de turistas de distintos rincones del mundo. La escena que podría ser sacada de una película de Woody Allen se ve interrumpida cuando el artista cambia de género musical y comienza a entonar Despacito de Luis Fonsi. El rostro de los niños que circulan se ilumina y los adultos se miran con gracia. El hit de la primavera-verano —y seguro que otoño— también se toca en el Parque del Buen Retiro, desvelando, una vez más, que este es un lugar que complace a todos los gustos.
A pesar de que han pasado cuatro siglos desde que se construyó como un espacio de recogimiento y descanso para la familia real, las 118 hectáreas de flora y fauna mantienen la esencia de otorgar la paz a quien la busque en el centro de Madrid. Marisa Ruiz, vecina del parque histórico, es la primera vez en el año que visita el Retiro, al que había reemplazado por el paseo de Madrid Río. “Pero en realidad no hay nada como este parque. Me encanta la Rosaleda, la Glorieta del Ángel Caído con su escultura [obra que Ricardo Bellver ideó en 1877 y una de las pocas del mundo dedicada a Lucifer], todo el Retiro en general”, sostiene.
Si bien se ven muchos mayores disfrutando del fresco en los bancos que reciben la sombra de alguno de los 19.000 árboles, el Retiro también puede ser visto como un museo al aire libre (alberga una amplia y variada colección de estatuas); un lugar de esparcimiento, en el césped o en las barcas; un sitio histórico o una selva salvaje. Esto último opina Gonzalo, de seis años, que imita el rugido de un león. Los niños juegan y corren en la inmensidad del parque: “Es como una ciudad entera para nosotros”, dice Gonzalo.
Los adultos también pueden sentirse como niños visitando la exposición del artista alemán Franz Erhard Walther, “A Place for the Body”. La muestra, que incluye una serie de esculturas gigantes de objetos que acostumbramos a ver pequeños, se exhibe en el Palacio de Velázquez (hasta el 10 de septiembre). Este espacio debe su nombre al arquitecto que lo ideó, Ricardo Velázquez Bosco, también creador del vecino Palacio de Cristal. Ambos espacios albergan ahora exposiciones temporales de arte contemporáneo coordinadas desde el Museo Nacional de Arte Contemporáneo Reina Sofía.
En el Centro Cultural Casa de Vacas, una antigua vaquería inaugurada en 1873 y que abastecía de leche a los vecinos de la capital, también se expone. Actualmente, una contundente serie del pintor español Pepe Carretero: “La mirada íntima”. “Vengo con frecuencia a pasear y me encantan las cosas que programan. Incluiría visitas guiadas por el parque, pero no sé si hay”, propone.Paloma Arraz, de 59 años, también vecina.
Visitas guiadas las hay y son gratis. El recorrido arranca en el Estanque Grande, la única parte del parque que a pesar de los siglo mantiene su ubicación original: a pesar de la tranquilidad que emana, el Retiro ha sido testigo de la historia de Madrid, en incluso de España. Allí dejaron su huella la Guerra de la Independencia, cuando los franceses se instalaron en la zona verde para atacar la capital; diferentes crisis económicas (la reina Isabel II vendió parte del parque para obtener solvencia creando el Barrio de los Jerónimos); la I República, que convirtió el parque en espacio público arrebatándoselo a la monarquía o la Guerra Civil. Toda esta historia se puede descubrir en las visitas que organizan desde Disfruta Madrid y que parten del monumento a Alfonso XII, erigido por en 1922 por orden de la reina regenta María Cristina tras la muerte de su esposo e ideado por José Grases Riera, pero que cuenta con obras de una veintena de escultores, entre ellos Mariano Benlliure o Mateo Inurria.
Durante ese recorrido también se cuentan anécdotas como que en medio del estanque se representaban naumaquias (batallas navales), una afición del monarca de entonces. O que el parque albergó el primer zoo de Madrid: La Casa de Fieras. Quienes quieran ir por su cuenta, pueden descargar la aplicación móvil Parque del Retiro, creada por el Ayuntamiento de Madrid.
Si tras el paseo entra el hambre, se puede probar una ración de nachos, un arroz negro o tomar un gin tonic en alguna de las terrazas que esconde. También se puede ir a tomar un tartar de atún a uno de los cuatro espacios gastronómicos del Florida Retiro, un antiguo capricho romántico del rey Fernando VI. Acaban de remodelarlo; antes era conocido como Florida Park. Allí, José Luis Moreno rodaba galas ochenteras, que cada Nochevieja emitía TVE, y Lola Flores perdió “un pendiente de los buenos”, concretamente de oro. Y aún hay más: si se sabe buscar, El Retiro ofrece planes para todos los gustos.
El parque en datos
- Superficie: 118 hectáreas.
- Administración: Ayuntamiento de Madrid.
- Horario: Primavera y verano: abril a septiembre de 6 a 24 horas
- Servicios: Juegos infantiles, paseo de coches, zonas caninas, instalaciones deportivas.
- Puntos de interés: Monumento a Alfonso XII; Palacio de Cristal; Estanque Grande; Palacio de Velázquez; Puerta de Felipe IV; el Ciprés de los pantanos, una de las pocas coníferas que pueden vivir dentro del agua; el Ahuehuete (en el Parterre), un árbol legendario y uno de los más antiguos de Madrid; La Rosaleda; Centro deportivo municipal La Chopera, obra de los arquitectos Ábalos y Herreros.
- Vías adyacentes: Calle de Alcalá, Calle de O'Donnell, Avenida de Menéndez Pelayo, Calle del Poeta Esteban de Villegas, Calle de Alfonso XII
- Cómo llegar: Metro: Retiro (línea 2), Príncipe de Vergara (líneas 2 y 9), Ibiza (línea 9), Atocha (línea 1), Atocha. Renfe (línea 1). Bus: 1, 2, 9, 14, 15, 19, 20, 26, 28, 32, 51, 52, 61, 63, 74, 146, 152, 202, C. BiciMad: en las entradas de Puerta de Alcalá, de Ibiza y de Atocha.
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