_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Veinticuatro años después

Los autores destacan que la nueva Operación Chamartín es proyecto que prioriza la remodelación de la estación y se ajusta a la capacidad real del territorio.

Zona afectada por la paralización. En vídeo, presentación del proyecto.Vídeo: ÁLVARO GARCÍA | efe

En 1993, siendo Borrell Ministro de Fomento y Leguina presidente de la Comunidad de Madrid, se gestó la denominada Operación Chamartín: una actuación de remodelación de la estación del norte de Madrid financiada con los aprovechamientos urbanísticos generados en su entorno. El ministerio sacó a concurso la gestión y venta de sus suelos, que fueron adjudicados a la corporación Argentaria, absorbida poco después por el BBV. Desde entonces, ha transcurrido casi un cuarto de siglo en el que se han ido sucediendo gobiernos de todos los colores en las distintas administraciones implicadas, pero en todo este tiempo, y por muy diversos motivos, la operación nunca ha llegado a realizarse. 

El último episodio de esta historia interminable tuvo lugar poco antes de las elecciones municipales de 2015. Parecía que había acuerdo. Los gobiernos municipal y autonómico, el Ministerio de Fomento y la empresa Distrito Castellana Norte (DCN), perteneciente al grupo BBVA, habían redactado un nuevo plan y estaban en disposición de aprobarlo en el pleno municipal. Un plan, por otra parte, muy contestado por la ciudadanía, como demuestran las más de 2.200 alegaciones presentadas durante el periodo de información pública. Sin embargo, la campaña electoral se les echó encima y el proyecto no llegó a aprobarse.

Y entonces llegamos nosotros, con un plan que ya generaba una gran controversia en amplios sectores ciudadanos y profesionales. Al tratarse de una operación tan trascendente para el desarrollo presente y futuro de Madrid, decidimos analizarla con todos los actores agentes implicados, desde las asociaciones vecinales de la zona hasta los propietarios del suelo. Para ello, impulsamos unas mesas abiertas donde pudimos valorar, entre otras cuestiones, el modelo urbano, las cargas para las administraciones, los sistemas de gestión o las afecciones a la movilidad. El diagnóstico de aquel proceso fue claro: el plan no era compatible con un modelo de ciudad racional, equilibrada y sostenible, por lo que tomamos la decisión de no continuarlo y plantear una alternativa: Madrid Puerta Norte. La anulación fue ratificada por el pleno del Ayuntamiento con los votos de Ahora Madrid y PSOE. De nuevo, se sucedieron las acusaciones de rechazar y paralizar las inversiones.

Pero pasado un tiempo, y tras la renovación de la dirección del ministerio y ADIF, surgió la posibilidad de iniciar una nueva etapa. Las partes implicadas nos dimos seis meses para elaborar una propuesta sobre la base de Puerta Norte. Ayer presentamos el acuerdo: un nuevo proyecto, pilotado desde el Ayuntamiento de Madrid, que prioriza la remodelación de la estación y rebaja las edificabilidades para ajustarlas a la capacidad real del territorio. Con un incremento sustancial en la vivienda protegida. Esta vez, tiene que ser la definitiva. Madrid debe cerrar esa herida. Esta vez sí, despega el norte.

Manuela Carmena es alcaldesa de Madrid y José Manuel Calvo es delegado Desarrollo Urbano Sostenible

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_