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Martín Pérez: “Entre promotores musicales no hablamos, competimos”

El director general de Concert Studio y responsable de los festivales Jardins de Pedralbes y Cambrils asegura que la falta de colaboración entre promotores en Cataluña encarece las entradas

Martín Pérez, en su despacho de Concert Studio.
Martín Pérez, en su despacho de Concert Studio. MÍRIAM LÁZARO

El festival Jardins de Pedralbes acaba de cerrar su quinta edición con cifras que desbordan todas las previsiones: 51.441 entradas vendidas sobre 55.414 a la venta y 14 conciertos, sobre 24, agotaron localidades. Al mismo tiempo, Concert Studio, la empresa promotora, se ha hecho cargo este año del Festival Internacional de Música de Cambrils con un cartel de once conciertos (hasta el 12 de agosto), entre los que figuran Tom Jones, Roger Hodgson o Jarabe de Palo.

Martín Pérez, director general de Concert Studio, no oculta su satisfacción. “Si el festival de Pedralbes lo hubiéramos hecho en el Fórum, nadie hablaría. El éxito está en el espacio”, comenta. Aún le quedan cinco años de contrato para usar los jardines del Palacio Real. “Lo importante es que se ha consolidado como espacio público y, aunque nosotros no lo hiciéramos en un futuro, se seguirán realizando estas actividades porque el público ya lo ha hecho suyo”.

La sensación de que el público barcelonés va al festival más que a un concierto concreto se palpa en cada velada. Pérez busca un símil gastronómico. “Quedamos para cenar y elegimos un restaurante, pero no sabemos qué comeremos hasta que no vemos el menú. Esto está pasando en Pedralbes. Por una parte, hemos enseñado qué es Pedralbes: los jardines, el ambiente, el village... más que quien actúa. Y también funciona el boca-oreja: “Yo estuve allí”... Hay ya miles de personas que han decidido que el próximo año irán al festival. Ya están sentados a la mesa: cuando les pongamos delante el menú escogerán el artista. Hay un tipo de festivales de los que estoy lejos, como el Primavera Sound o el Sónar, que sacan entradas a la venta sin anunciar el programa. Nuestro festival es diferente, pero este año el 21% de las entradas se vendieron al primer día de salir”.

Todo el mundo se pone a hacer festivales, pero lo ignoran todo y, al final, los números no salen. Los festivales se han de profesionalizar

El festival Jardins de Pedralbes no cuenta con subvención alguna. “Ni la he pedido”, afirma contundente Pérez. “Si al público no le interesara el certamen cerraríamos la puerta”. Concert Studio paga por el alquiler de Pedralbes cinco tasas diferentes: Ayuntamiento, Generalitat, Parques y jardines, Fuentes y Servicios varios. “Los festivales que sobreviven gracias al dinero público son un error y acabarán desapareciendo”.

En las últimas dos semanas parecía inminente el cierre del histórico (43 ediciones) Festival Internacional de Cambrils y la aparición salvadora de Concert Studio en el último momento. “Nos llamó el concejal de Cultura y nos dijo que el festival se había quedado sin promotor. Este festival lo había organizado durante más de 35 años el Ayuntamiento con las asociaciones de vecinos. Con la crisis no pudieron continuar y buscaron quien lo hiciera. El último promotor renunció al no poder seguir. Entonces, el Ayuntamiento, por la vía de urgencia, puede buscar otro promotor siempre que acepte lo ya firmado sin ninguna variación. Reuní a mi equipo, porque es más trabajo, y todos dijeron que sí”. El contrato es para esta edición, el próximo año la producción saldrá a concurso.

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Pérez cree que el debate sobre el exceso de festivales catalanes es falso. “Cada año nacen 25 festivales nuevos pero desaparecen 26 ó 27. El festival de un año es el más habitual. Cuando llegan a la tercera edición ya tienen posibilidades de permanecer y a partir de la séptima, ya se han consolidado. Aquí los alcaldes tienen una mala costumbre: ‘El pueblo de al lado tiene festival; pues yo quiero uno’. Todo el mundo se pone a hacer festivales, pero lo ignoran todo y, al final, los números no salen. Los festivales se han de profesionalizar”.

En la profusión Pérez ve una posible ventaja que no se explota. “Si coges los diez festivales grandes de Cataluña durante el verano y, sin decir dónde están, pusieras la lista de los artistas que vienen serían unos doscientos nombres bestiales. Si lo publicitas diciendo que durante un mes y medio estos artistas actúan en una zona restringida como la nuestra la gente diría: ‘No puede ser’. No entiendo por qué el Departamento de Cultura de la Generalitat no lo aprovecha”. ¿Por qué no lo hacen los promotores? “Hay demasiada competencia entre nosotros. Los promotores no hablamos, competimos. Tenemos buena relación, pero no colaboramos. Es más, nos peleamos por el mismo artista y los agentes lo saben. Y eso encarece precios. ¿Qué importancia tiene que un señor toque en Cambrils y en el Alt Empordà? ‘Todo para mí’ es equivocado, tenemos que corregirlo porque encarece el producto para el público”.

Propone Pérez que los directores de festivales se reúnan y tracen “una línea roja: ‘Tú te quedas este y yo este’ y no ir todos a por el mismo. Falta confianza mutua”.

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