Los sectores económicos estallan contra Colau por el turismo

Varapalo a la alcaldesa Ada Colau por parte de una decena de organizaciones empresariales que integran su órgano consultor sobre políticas de turismo. Durante el pleno del Consejo de Turismo y Ciudad (CTICB) del martes, entidades como la Cambra de Comerç, Pimec o el Gremio de Hoteles suscribieron un documento muy crítico con el Ayuntamiento. “Se está llegando a planteamientos extremadamente radicales que con nuestra presencia en el consejo parece que consentimos”, reza el texto.

Es la primera vez que organizaciones del sector turístico exponen de manera conjunta sus críticas al gobierno de Colau. El texto también lo firman la Fundación Barcelona Comerç; Barcelona Oberta; el Gremio de Restauración; la Fundación BCN Promoció y las asociaciones de Apartamentos Turísticos, de Agencias de Viajes y de Profesionales del Turismo. En resumen, todos los representantes de los sectores empresariales y de restauración dentro de los 60 vocales del CTICB.

Hace un año, un pleno del Ayuntamiento creó el consejo, que debe asesorar a Colau en políticas y líneas estratégicas de la actividad turística. Hay un representante por cada grupo municipal y también tiene un asiento los sindicatos, la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona y algunas asociaciones como la del Gòtic, de perfil muy combativo. Todos fueron elegidos dentro de un proceso participativo. El Consistorio reivindicó ayer la naturaleza deliberativa del consejo y suscribió la diferencia de criterios entre las partes a su dinámica.

Año “decepcionante”

Las diez organizaciones críticas consideran “decepcionante” el primer año de un consejo en el que se sienten infrarrepresentados y en el que aceptan que no participan mucho por su mecánica de funcionamiento. Afean especialmente “la disparidad ideológica difícilmente contrastable con sectores vecinales con planteamientos claramente antiturísticos y, a nuestro entender, alejados de propuestas donde la práctica empresarial tenga cabida”.

Los críticos también afean que en ningún momento el CTICB haya condenado las agresiones a diferentes hoteles o los mensajes criminalizando la actividad turística y comercial que se han visto en Barcelona. Unas acciones que, creen, alimentan colectivos con presencia en el consejo.

“Agradecemos al Consistorio la no siempre fácil labor de conjugar intereses a veces tan dispares”, dicen. Además, expresan su preocupación por la implantación de las superilles (“un elemento muy regresivo para la actividad económica”); ven innecesario revisar la ordenanza de civismo; piden acelerar las obras de Glòries y “garantizar la governanza público-privada, especialmente en Turisme de Barcelona”.