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¿Y si Pujol hubiera nacido mujer?

Joan B. Culla y Albert Sánchez Piñol juegan a las ucronías invitados por la revista de Historia ‘El món d’ahir’

Carles Geli
Grabado sobre el sitio de Barcelona de 1714.
Grabado sobre el sitio de Barcelona de 1714.

“La noche del 10 al 11 de septiembre de 1714, el Duque de Berwick duda mucho, pero mucho, en ordenar el asalto final a Barcelona: había sufrido una severa derrota el 15 de agosto y buena parte del ejército español va mal armado y calzado porque el Estado no tiene ya dinero. Si al final se decidió sabemos hoy que fue porque Van Verboom le acabó, para su propio beneficio, empujando a hacerlo sin dilación; quizá sin eso la contienda, como querían los catalanes, hubiese acabado en tablas y con un pacto internacional y entonces...”. Buscar pasados alternativos que igual conllevarían presentes muy diferentes. Eso es la ucronía. Y a ese juego se prestaron ayer dos hombres reputados, serios, pero socarrones, con el punto justo de ironía y distanciamiento que requiere la cosa: el historiador Joan B. Culla y el escritor y antropólogo Albert Sánchez Piñol.

El reto, en pleno académico patio del Institut d’Estudis Catalans, lo proponían los cerca de 150 asistentes que convocó la revista de Historia El món d'ahir (cabecera de la factoría de Minoria Absoluta, la productora de Toni Soler: 1.200 suscriptores; unos 2.000 ejemplares de venta), cuyo flamante tercer número tiene un dosier central dedicado a la ucronía, donde cabe desde la flota azteca que desembarca en Costa da Morte y descubre Europa (Paraules d'Opòton el Vell, de Tísner) o la huida de Franco tras su derrota en la batalla del Ebro gracias al armamento de última generación que envía Rusia (Jesús Torbado en El día de hoy, premio Planeta, 1976), solo por citar algunas de las literarias. “Hombre, el desequilibrio armamentístico se hubiera equilibrado, quizá la República hubiera podido empatar y alargar el conflicto hasta alcanzar una negociación internacional”, estira ese hilo Culla, como Sánchez Piñol especularía poco después el de si los catalanes no hubieran perdido ante las tropas de Felipe V.

Los asistentes se lo pasaron bien escuchando las respuestas con las retrancas de uno y otro tanto como formulando las preguntas por escrito. ¿Y si Roma no hubiera vencido a Cartago? “La historia la escriben los que ganan, siempre; fíjense que de Cartago no conocemos ni un triste poeta o escultor; solo a Aníbal, el mejor general de la Historia, con un ejército de ahí y de allá, que hoy diríamos multiculti... De haber ganado él, el Mediterráneo ya hubiera dibujado un mundo bipolar dos mil años antes”, aventura Piñol.

Pasa la tarde entre tumbos por la historia puesta del revés. ¿Y si Napoleón hubiera llevado un iPhone? “Pues nada muy distinto porque Wellington también hubiera tenido otro”, zanja de nuevo Sánchez Piñol. ¿Qué hubiera pasado con el turismo en Barcelona si Eusebi Güell no hubiera hecho de mecenas de Gaudí? “¡Pues ojalá no lo hubiera hecho!”, sigue en racha el iconoclasta autor de Victus.

Otra ucronía, aún más loca: ¿Y si Pujol hubiera nacido mujer? “Pues no se habría casado con Ferrusola y, claro, de eso se derivan muchas cosas...”, deja caer entre carcajas y especulaciones del auditorio Culla, entrenado en las ucronías desde la tierna edad de 12 años, esa en la que todos sueñan con ser bomberos o policías: él ya especulaba sobre si Fernando el Católico hubiera podido desarrollar una línea dinástica con Germana de Foix: su hijo Juan, que murió a las pocas horas de nacer, habría implicado por los acuerdos la separación de los reinos de Castilla y Aragón. Fiable diésel, responde de nuevo bajo la premisa de si el mítico líder del PSC Reagrupament Josep Pallach hubiera vivido tanto como Heribert Barrera: “Fue un gran infortunio: infarto en pleno Empordà, ambulancia que no llega, viaje particular largo... Pero la pregunta clave es: así como el PSOE contó con el dinero de SPD alemán, ¿qué partido europeo habría financiado al PSC Reagrupament en la primavera de 1977?”.

¿Pigmeos como superpotencia mundial? “No era su ambición: el peor error de la Humanidad fue la invención de la agricultura, porque en los cazadores-recolectores no hay pobres porque no hay ricos, no hay excedentes ni riquezas ni orden social fruto de ello... No vale esa pregunta”, dice Piñol, que estuvo en el Congo. Y llegó el clásico de la ucronía catalana: ¿Y si Pedro el Católico no hubiera perdido la batalla de Muret contra los franceses? “Está la pequeña experiencia del Reino de Navarra, con tierras a ambos lados del Pirineo”, deja caer Culla. “Nada: que si quieres ganar una batalla medieval, la noche antes no puedes estar borracho e ir de putas”, sentencia Sánchez Piñol. Y reflexiona: “Pero bueno, quizá mejor porque los catalanes con un imperio, teniendo media Francia, a saber qué habríamos hecho”. Si, a veces, mejor coger la Historia como viene.

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Sobre la firma

Carles Geli
Es periodista de la sección de Cultura en Barcelona, especializado en el sector editorial. Coordina el suplemento ‘Quadern’ del diario. Es coautor de los libros ‘Las tres vidas de Destino’, ‘Mirador, la Catalunya impossible’ y ‘El mundo según Manuel Vázquez Montalbán’. Profesor de periodismo, trabajó en ‘Diari de Barcelona’ y ‘El Periódico’.

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