Àngels Margarit apela a la ambición en el Mercat de les Flors

La coreógrafa y bailarina Àngels Margarit apeló ayer a la ambición al presentar la próxima temporada en el Mercat de les Flors-Casa de la Danza, del que es nueva directora desde principio de año, y avanzar sus directrices para el centro. La programación para 2017-18, matizó, es todavía un 80% del anterior director, Francesc Casadesús (ahora en el Grec), y un 20 % ya suya. Arrancará el 28 de septiembre con la Producción Nacional de Danza, un programa doble de Roser López Espinosa y Thomas Noone. Se va a desarrollar bajo el lema Transmissió contínua (una declaración de principios sobre la importancia de la transmisión del saber en la danza, persona a persona, y a la vez un guiño al relevo) y consta de varios itinerarios temáticos que agrupan los espectáculos.

Entre lo más destacable, el Cullberg Ballet (Protagonist), Rosas (Rosas danst Rosas, un espectáculo que marcó un cambio radical en la mirada a la danza con su venida a Barcelona en 1985), Olivier Dubois con el Ballet du Nord (Auguri, creación de gran formato con 22 intérpretes), Zoo / Thomas Hauert (con tres propuestas), o el regreso de esa maravilla de montaje de circo, danza y poesía que es Bèsties del Baró d'’Evel. Mal Pelo, Sol Picó y Lali Ayguadé son otros de los nombres bien conocidos.

La directora, que siempre ha dedicado especial atención a los niños como público de danza, destacó en el itinerario “Talla única” el espectáculo “a partir de 5 años” de Hauert que es un solo sobre una obra de John Cage con un piano preparado (alterado con objetos entre las cuerdas). La propia compañía de Margarit, Mudances ofrecerá en este apartado Back Àbac.

Margarit, que recordó que la crisis ha dejado la danza, “con poca musculatura” en un país donde además “ya tenía los pies de barro”, dijo que hay que recuperar el gran formato y el Mercat ha de hacer posible crear y producir obras de esa clase. “No puede ser que todo el gran formato lo compremos siempre fuera”. Avanzó que prepara un proyecto piloto de “células” para crear las condiciones a fin de que esos espectáculos de gran formato se puedan producir en el Mercat. Eso permitirá también retener a coreógrafos y bailarines locales que buscan mejores oportunidades fuera. “Somos un país que piensa en pequeño”, señaló, “hay que ambicionar más”.

Ángels Margarit consideró también que hay que tener “amplitud de miradas y de estéticas” y recordó que la danza es permeable a otros géneros e influencias y que favorece las hibridaciones. La directora del Mercat consideró que la danza va bien de talento pero adolece de condiciones para que ese talento pueda desplegarse. Para Margarit, “nuestra fuerza radica en la originalidad”.

El Mercat seguirá dedicado a la creación contemporánea, recalcó, y aunque habrá flamenco o circo siempre se exigirá a las propuestas esa mirada. Una de las ideas que tiene en mente la directora es utilizar más espacios que quedan libres del edificio del Mercat y contar con una grada retráctil en la sala Pina Bausch. También quiere hacer más trabajo con el barrio, en el que cree que el Mercat está poco implicado.

Del presupuesto, que en 2017 es de 4,89 millones de euros (en 2016 era de 4,42), recordó que aún no ha vuelto a tiempos pre-crisis (en 2012 fue de 5), y reflexionó que para desplegar su proyecto completamente harían falta más recursos. En todo caso, espera poder optimizarlos mediante el trabajo en red con otros centros, tanto públicos como privados.