Los municipios podrán bajar el IBI a los que alquilen a precio ‘justo’
La Generalitat estrena un índice para controlar los precios del alquiler
La Generalitat presentó ayer el índice de referencia de alquileres para 27 municipios catalanes, entre ellos Barcelona. La web para consultarlo, en palabras de la consejera de Gobernación Meritxell Borràs, ayudará a “enfriar” los precios de alquiler, un gran problema en zonas urbanas. Se trata, sin embargo, de un valor indicativo del coste por metro cuadrado que no tiene ningún efecto de límite, tal y como lo pedía el Gobierno barcelonés. La competencia en arrendamientos es del Estado. Borràs anunció que pondrá en marcha deducciones fiscales para los propietarios que ofrezcan alquileres por debajo del índice. Pero serán los municipios, a través del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) los que tengan más margen de maniobra.
Una web para conocer los precios
En la página los ciudadanos pueden acceder al índice de precios creado por la Secretaría de Vivienda.
Esta web está construida con la información de unas 200.000 fianzas de alquiler depositadas en el Incasòl y está conectada con la página del catastro.
El índice reúne datos de los 27 municipios seleccionados y que han sido previamente geolocalizados. La web presenta los datos sobre los mapa de Google Maps.
Los usuarios que quieran consultar el índice tendrán que tener al menos tres datos básicos: la dirección exacta del inmueble, su superficie y el estado del mantenimiento del piso. La conexión con el catastro permite obtener la superficie casi de manera automática.
Dentro de las opciones de estado del inmueble hay cuatro categorías: desde perfecto hasta deficiente. También puede añadir otros datos para afinar más el resultado. Por ejemplo el año de construcción (también figura en el catastro), si es amueblado o si tiene ascensor, por ejemplo.
Como resultado final, el usuario encontrará un precio determinado por metro cuadrado.
La Generalitat espera incluir este precio en el contrato que finalmente firmen las partes.
El resultado también ofrece otras dos cifras, una superior y otra inferior al índice, que permiten conocer el rango de precios en las zonas próximas. También permite saber cuántos pisos con condiciones similares hay alrededor.
Según la web, el valor del metro cuadrado en un piso en paseo de Gràcia con Diputación; de 110 metros cuadrados; en buen estado; construido entre 1918 y 1944 y en tercera planta con ascensor es de 11,05 euros (1.215 euros al mes).
El índice, que llega con más de tres meses de retraso, permite al usuario poder contrastar una oferta de alquiler de un portal inmobiliario o de una agencia con un cálculo oficial de precio por metro cuadrado. Este tiene en cuenta no solo la superficie sino también variables como el estado de mantenimiento, el año de construcción o si tiene ascensor o no. “El índice está hecho con datos de 200.000 fianzas depositadas en el Incasòl en los últimos tres años, por tanto no es opinable y es objetivo”, defendió Borràs.
“Las Administraciones tendrán instrumentos para hacer políticas públicas de vivienda incentivadoras, para que haya más oferta en el mercado y que esté por debajo del índice de referencia”, agregó la consejera. La Generalitat quiere dejar rodar el sistema por un tiempo —que no concretó— para después desarrollar políticas fiscales que le permitan al índice ir más allá de una mera herramienta informativa al consumidor.
De entrada, Gobernación planteará, vía decreto, que los arrendatarios que alquilen por debajo de los valores del índice tengan prioridad para acceder a las ayudas a la rehabilitación o se puedan beneficiar de desgravaciones en los tramos autonómicos del IRPF o en el impuesto de Sociedades.
Sin embargo, son los municipios los que tendrán más margen de maniobra al poder hacer bonificaciones del IBI y de ayudas municipales. Barcelona, por ejemplo, da descuentos del 50% del Impuesto de Bienes Inmuebles para aquellos propietarios que entreguen su piso a la bolsa de alquiler social del Ayuntamiento.
“Los problemas del precio no se solucionan solo con información”, criticó Josep María Montaner, concejal de Vivienda de la capital catalana. Desde el Ayuntamiento de Barcelona valoraron positivamente el índice como un primer paso y aseguraron que estudiarán qué medidas de bonificación podrán introducir. Sin embargo, Montaner pidió a la Generalitat incluir más variables como el de la renta de cada barrio.
Por su parte, la alcaldesa de L’Hospitalet de Llobregat Núria Marín invitó a todos los consistorios implicados a que haya una coordinación en “la implementación de bonificaciones que afecten a las ordenanzas fiscales municipales para evitar las diferencias de aplicación en el territorio”. Entre los municipios seleccionados para poner en marcha el índice están Badalona, Castelldefels, Cerdanyola del Vallès, Cornellà de Llobregat o Granollers. Entre todos agrupan el 60% de la población catalana.
La Generalitat anunció en enero pasado la creación del índice como una manera de buscar controlar de alguna manera la escalada de precios de alquiler. La propuesta surgía de un grupo de trabajo convocado por Borràs que buscaba sentar las bases para una futura ley propia de arrendamientos urbanos. Según las cifras del Incasòl, el coste de los arrendamientos en la capital catalana subieron un 9% en el último año. El promedio es de 12,22 euros por metro cuadrado. Estas cifras son menores que las que ofrecen los portales inmobiliarios, que con base en las ofertas de mercado indicaban aumentos del 16,5%.
“Se necesita un cambio normativo que prevea en una fase posterior medidas regulatorias más fuertes”, aseguró ayer Montaner, que volvió a pedir que se establezcan topes a los alquileres abusivos. La Generalitat trabaja además saber cuántos pisos de alquiler son de grandes tenedores y poder poner medidas de control específicas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.