_
_
_
_

Barcelona homenajea 30 años después a las víctimas de Hipercor

El Ayuntamiento recuerda en un emocionante acto a los heridos y los 21 fallecidos en el atentado de ETA

Clara Blanchar
Homenaje a las víctimas de Hipercor.
Homenaje a las víctimas de Hipercor.JOAN SÁNCHEZ

Es de las cosas que han quedado grabadas en la memoria de la ciudad. No hay nadie en Barcelona de más de 40 años que no recuerde dónde estaba la tarde del 19 de junio de 1987, cuando ETA hizo estallar una bomba en el aparcamiento del Hipercor y mató a 21 personas e hirió a otras 45. El Ayuntamiento ha recordado este sábado a las víctimas en un austero, pero emotivo y emocionantísimo acto. Un reconocimiento que, con la excepción de la colocación del monumento conmemorativo en la Meridiana en 2003, ha tardado 30 años en llegar.

Más información
Barcelona homenajea a las víctimas del terrorismo 20 años después del atentado de Hipercor

Ha sido un acto breve pero muy intenso. 15 minutos sin más palabras que las del poema Por quien doblan las campanas, de John Donne, que ha leído la dramaturga Àngels Aymar. El acto ha logrado reunir las familias de 20 de los 21 fallecidos: desde chavales hasta personas muy mayores. Bestial la emoción de sus caras y sus lágrimas 30 años después.

Sentados bajo el monumento de piedra gris, han contemplado el espectáculo de los bailarines voluntarios y no profesionales que se han movido al son de solo de piano. Luego, uno a uno, acompañados por los bailarines se han levantado para dejar un objeto de su familiar muerto en el atentado sobre una silla vacía. Lágrimas en los ojos de buena parte de los asistentes. Familiares, público, autoridades --encabezadas por la alcaldesa Ada Colau-- y periodistas. Una pelota, un ordenador, una foto, un balón, una máscara, unas castañuelas, hilos de coser, una libreta, una nariz de payaso, un reloj, unas gafas, un libro, telas y zapatillas, una camiseta, bolígrafos, una flor, dos anillos, un bote con piedras y un mechero, unos patucos de recién nacido y un vestido de bebé.

No ha habido parlamentos tampoco en la posterior visita a la placa que recuerda el atentado y que el Ayuntamiento ha colocado ante el centro comercial. Una conmemoración que si ha tardado tres décadas es porque todavía hay heridas abiertas. En el homenaje han participado representantes de todos los grupos municipales del Ayuntamiento salvo la CUP, el comisionado de Memoria Histórica y artífice del acto, Ricard Vinyes, policías y bomberos y por parte de la Generalitat estaba el director general de los Mossos d'Esquadra, Albert Batlle. Tampoco ha acudido al acto el presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT), José Vargas. La ACVOT celebrará su propio acto el próximo lunes.

Con los ojos enrojecidos, o escondidos tras gafas de sol, las familias de las víctimas han agradecido un acto que consideran un desagravio. Explican que nadie de la administración les ha llamado en todos estos años. Hasta que el actual gobierno municipal les visitó uno a uno. Muchos todavía necesitan atención psicológica. "Ha sido precioso. Música, sillas vacías y un objeto personal. Qué manera de decir tanto con tan poco. No podían hacerlo mejor", agradecía Alberto Güell, hijo de una víctima. "Y sin discuros de políticos. Sin política. Homenajeando a personas", celebraba. También estaba muy emocionado Robert Manrique, que presidió la delegación catalana de la Asociación de Víctimas del Terrorismo hasta 2002, cuando se apartó al temer que se politizara. Detrás de cada una de las sillas vacías hay historias humanas impresionantes. De un bebé que no llegó a nacer. De un hombre que perdió a su mujer y dos hijas. De un niño que se quedó sin padres y hermano. Algunos no han querido participar en actos públicos hasta hoy. Otros, lo han hecho porque se lo ha rogado el nieto que quería homenajear al abuelo que no ha conocido. Por fin Barcelona ha reconocido tanto dolor.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Clara Blanchar
Centrada en la información sobre Barcelona, la política municipal, la ciudad y sus conflictos son su materia prima. Especializada en temas de urbanismo, movilidad, movimientos sociales y vivienda, ha trabajado en las secciones de economía, política y deportes. Es licenciada por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_