Carmena y Colau reivindican las ciudades ante el “fracaso” de los Estados

En 2013, un libro con el provocativo título de If Mayors Ruled the World (Si los alcaldes gobernaran el mundo, Yale University Press) se veía en las mesas de algunos concejales de ciudades españolas. Benjamin Barber, un teórico político, contraponía la disfunción que se vivía en los Estados con el éxito de las ciudades a la hora de gestionar de una manera mejor los problemas. Un discurso que desde entonces ha estado en el ambiente y que ayer las alcaldesas de Madrid y Barcelona, Manuela Carmena y Ada Colau, defendieron con fervor en el acto de presentación de las jornadas Ciudades Sin Miedo.

“Ante el fracaso de los Estados ante los mayores retos globales, las ciudades tenemos que ser una alternativa”, dijo la alcaldesa de Barcelona, que encabezó el acto en la plaza dels Àngels y la presentación de varios representantes municipales llegados de Canadá, Argentina, Francia y Grecia, entre otros. Unas 1.000 personas se reunieron en el acto inaugural de las jornadas, que se extenderán hasta el domingo.

Siguiendo la estela de su petición conjunta para poder gestionar la llegada de los refugiados ante el inmovilismo del Gobierno del PP, ambas abogaron por “una alianza internacional de ciudades” que permitiría una mejor defensa de los derechos humanos; combatir el cambio climático, y, según Colau, hasta frenar al presidente de Estados Unidos, Donald Trump. También hicieron un llamamiento para convertir el miedo en esperanza porque, dijo Colau, “el terrorismo, el racismo y la ultraderecha son hijos del miedo; el Brexit y Trump son hijos del miedo”.

“Madrid y Barcelona están más cerca y hermanadas que nunca desde que Carmena está en el Gobierno”, aseguró la alcaldesa de la capital catalana. Asimismo antepuso la flexibilidad de los municipios frente a “la lentitud y la burocracia de los Estados”. Pero no todo fue sintonía. Al final de la intervención, Colau se animó y definió a ambas como “alcaldesas antisistema y revolucionarias”, algo que Carmena no dudó en corregir: “No somos antisistema, lo que queremos es hacer un sistema mejor”.